Enfermas De Amor (Go Toubun No Hanayome)

capitulo 30

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Un rayo de esperanza
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Fuutarou se encontraba como de costumbre, sentado en la cama de su habitación, viendo una de las tantas series que veía en su tiempo libre, pero, hoy se siente algo diferente en todo.

En primer lugar, el peliamarillo, había empezado a estudiar quimica mediica.

El porqué?

Pues, desde aquel día que se enteró de que todo esto había sido causado por una "enfermedad" este se dispuso a seguir el legado, tanto de su ahora suegro, como de su padre, que hace un poco menos de un año no sabía que había sido médico, pero había otra cosa más que marcaba una gran diferencia en el estilo de vida del peliamarillo.

Las quintillisas se habían desaparecido.

Retrocediendo el tiempo unos meses atras, cuando las Nakanos cumplieron 18, esta abusaron sexualmente del peliamarillo por varios días, fue tanto así, que hasta el día de hoy, Fuutarou no sabe con exactitud, por cuantos días seguidos tuvo s3x0 con las Nakanos.

Pudieron ser dias, semanas, o incluso un mes, pero el punto es, que después de ese periodo, las hermanas dejaron de visitarlo de la noche a la mañana.

Al principio, el rubio creía qué ellas decidieron tomarse un descansó de el, pero pasado un mes sin verlas, este se empezó a preguntar porqué ellas no aparecían.

La única persona que el peliamarillo había visto por todo este periodo fue Rena, quien le permitió andar libre por la casa sin cadenas, y cada vez que este le preguntaba por las quintillisas, Rena se limitaba a contestar con un - están bien- on un - la vas a ver pronto - respuestas que no convencieron mucho al peliamarillo, pero, este decidió no darle tantas vueltas al asunto, y seguir con lo suyo, hasta el día de hoy.

Volviendo con el peliamarillo, quien se acababa de aburrir de ver sus series, este se levantó, y se dirigió al jardín central de la casa, para respirar un poco de aire fresco, y distraerse un poco viendo las aves de los árboles, y los peces del estanque.

- hola Fuutarou, todo bien? -

Preguntó Rena, vistiendo un yukata comodo, mientras se acercaba al peliamarillo para sentarse a su lado.

- te molesta si te acompaño? -

- no, es más, si no fuera por ti, ya me hubiera vuelto loco -

Dijo el peliamarillo con un tono tranquilo y educado, quien indirectamente estaba admitiendo el hecho de que le había agarrado cariño a Rena, ya que esta siempre lo trató como si fuera su propio hijo, aparte de qie siempre le ponía un límite a sus hijas.

- no es para tanto jejeje... y como van las clases?-

- todo bien, nada que yo no sea capaz de aprender -

Dijo, mientras le dedicaba una sonrisa confiada a la pelicarmesí.

Después de esa pequeña charla, ambos se quedaron en silencio, mirando el jardín, y mientras el peliamarillo contaba el número de manchas en los peces Koi, Rena lo observaba detenidamente como era de costumbre, apreciando la gran mejora del rubio desde que sus hijas se fueron, algo que personalmente a ella no le gustaba admitir, pero que a la vez reconocía que muchas veces sus hijas abusaban mucho del peliamarillo.