Enfermas De Amor (Go Toubun No Hanayome)

capitulo 31

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Peces Koi
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A veces las personas buscamos una distracción, algo que nos saque de la realidad en la que vivimos, para tener pequeños momentos de felicidad, un momento de paz entre esa interminable lucha a la que la que muchas personas se enfrentan.

La lucha de la sobrevivencia.

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Un calido aire recorria por toda la cordillera, cubierta con una vegetación exotica, más familiarizada con un clima subtropical.

Y entre todas esas montañas, había una gran casa de estilo tradicional, y a un lado, un jardin qué doblaba en tamaño a la casa, en donde se encontraba un joven adulto rubio, frente a un gran estanque, alimentando a varios peces koi, que nadaban en círculos.

Aquel joven tenia una expresión tranquila y serena, parecía no importale nada, solo aquellos peces que alimentaba, peces, que eran de todos los tamaños y colores, creando así, un diverso ecosistema en el estanque, pero.

- papi papi, tengo hambre, me haces un pan con jamón -

Dijo una pequeña niña pelicarmesí, con heterocromia, quien jalaba del pantalón al adulto para llamar su atención.

En ese momento, el rubio dirige su mirada hacia la pequeña niña, para mirarla con dulzura.

- claro Honoka-chan, espérame en la cocina -

Respondió el rubio con serenidad.

Mientras la niña se dirigía hacía el lugar mencionado con emoción, el rubio tiro una última porción de comida al estanque, para luego dirigirse a paso tranquilo hacia la cocina, y una vez ahí, cumplir el capricho de la pequeña pelicarmesí, quien hizo desaparecer el pan en cuestión de segundos.

- gracias papi, (bosteza) creo que iré a dormir -

Dijo somnolienta, mientras se iba de la cocina, dejando al joven, limpiando los platos usados, pero apenas este termina, este empieza a sentir un peso extra en una de sus piernas.

- que haces Emi-chan -

Preguntó el rubio, mientras bajaba su mirada para ver a una pequeña niña pelirosa de ojos color indigo, quien se aferraba al pie de su padre.

- me cepillas, papi -

Dijo la pequeña.

- claro, ven vamos -

Dijo, cargando a su hija para llevarsela hacia su habitación, sentarla frente a su espejo, y empezarla a cepillar con delicadeza.

Después de unos 30 minutos, la pequeña pidió que la llevaran a la sala a ver televisión, en donde se quedo distraída, dejando al rubio libre, hasta, que este empieza a sentir una mirada en la nuca.

- necesitas algo, Nadeko-chan -

Dijo el rubio, volteando su mirada a una de las habitaciones, en donde se encontraba una pequeña niña albina, mirando al rubio desde el marco de la puerta.

- me... puedes leer un libro -

Preguntó tímidamente la pequeña.

Sin decir nada, el rubio se dirige hacia su hija, y la carga, para llevarsela a la biblioteca de la casa, en donde el rubio le dio la oportunidad a la pequeña de elegir el libro que quería que le leyeran.

- quiero este -

Dijo, señalando un libro sobre el imperio español.

- bueno, ese será -