Capítulo 28

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Ocean 

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Ocean 

—Puedo entenderlo perfectamente, señor Armstrong. Quizás, si lo hubiera sabido antes, habría estado más atento.

—Lo sé, pero ha sido una situación muy complicada, y como sabe, la salud de ella no está bien. Todo lo que le ha sucedido ha sido una tragedia; sus estudios son lo último que le queda —le explico, mientras le muestro la historia clínica de ella.

—Tiene razón. Me aseguraré de que todos los profesores lo consideren. La señorita Brisbane es muy inteligente y se ha destacado por su promedio; no permitiremos que este inconveniente arruine sus sueños.

—Le agradezco mucho —le digo, extendiéndole mi mano para despedirme—. Disculpe, ¿puedo pedirle un último favor?

—Por supuesto, señor Armstrong.

—No quisiera que ella se enterara de esta conversación. Está muy sensible y podría malinterpretar la situación... Todavía no es consciente de que no puede hacerlo todo sola.

Él asiente.

—No se preocupe. Todo quedará en confidencialidad. Le agradezco por tomarse el tiempo de confesarme esto, es necesario saberlo para actuar de inmediato.

Él me promete revisar el caso y tenerlo en cuenta para sus próximos exámenes. De esa manera, será más fácil para ella presentarlos con excelencia; además, me ha dicho que hará todo lo posible para que pueda reponer los últimos exámenes que ha perdido. Ella es una buena estudiante, y él entiende que las circunstancias no están a su favor.

Ayudar a California en sus clases. Listo...

Al salir de la oficina del director, me encuentro con el rostro de Essie, sus brazos están en su cintura y su mirada es muy fuerte. Ella toma mi mano y me arrastra a través de los pasillos; su agarre es muy fuerte, lo que me da a entender que me ha visto entrar. Luego de varios pasillos, se detiene frente a un salón vacío, abre la puerta y me empuja hacia adentro.

¿Cómo puede tener tanta fuerza?

—¡¿Qué mierda hacías con el director de la carrera de California?!

Sí. Efectivamente, me ha visto.

—¿Es el director de ella? No lo sabía... —digo fingiendo.

—No seas imbécil. Sabes perfectamente que él es quien dirige a todos los profesores de California, incluido el que le va a hacer su examen ahora. ¿Qué le has dicho? —su tono de voz me indica que no me dejará ir hasta que le revele la información.

—No es necesario que lo sepas.

—¡¿Qué hacías, Ocean?! —me pregunta— ¿Lo estabas amenazando?

—¡¿Qué?! ¿Qué? —digo, muy confundido— Por supuesto que no. Solo fui a explicarle la situación de California.

—¿Qué situación? —su tono de voz se alza en cada frase.

Solo si me recuerdas mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora