California siempre creyó tener su vida perfectamente planificada, pero una tragedia inesperada lo cambia todo. Tras un accidente en el océano su memoria desaparece, llevándose consigo todos los recuerdos que tenía de su novio, sin embargo, mientras...
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Ocean
—Es peor de lo que imaginé —comenta mi padre a Lony, quien parece ser la tutora legal de California —. Al parecer ha perdido la memoria. Debemos hacerle más preguntas para determinar hasta qué momento recuerda, según lo que me ha dicho tiene diecisiete años, pero eso ocurrió hace cuatro años. Necesito su consentimiento para explicarle lo que está ocurriendo; debemos proceder con mucha precaución para no sobrecargarla con demasiada información.
—Ella no está lista —murmura Lony, no ha parado de llorar desde que salió de la habitación —California acaba de pasar por mucho; su madre ha muerto. ¿Cómo le explico todo de nuevo?
Bajo la cabeza, evitando el rostro de esa mujer. Lo que está sucediendo con esa familia es devastador, y su salud mental parece extremadamente frágil. Lony, aunque no sea familia de sangre, parece estar muy unida a ellos. A su lado, está Connor, el hermano de California. Todos escuchan atentamente las indicaciones de mi padre, pero yo no puedo dejar de pensar en los ojos tristes de la mujer frente a mí.
—No es recomendable informarle todo de una vez. Podríamos comenzar explicándole que ha experimentado una pérdida de memoria.
—¿Cómo le explicamos esto? Ella querrá saber por qué.
—Podemos ser sinceros sobre lo que ocurrió en el mar —le sugiero a la señora—. Ella sufrió un ahogamiento y estuvo inconsciente durante varios minutos, lo que podría explicar su pérdida de memoria.
—Yo... No sé cómo enfrentar esto —dice, con lágrimas en los ojos—. Solo quiero saber si California estará bien.
Asiento, al igual que mi padre.
—Es una situación complicada, pero ella es fuerte. Su estado actual es estable y no presenta complicaciones. Con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, recuperará su memoria pronto —afirma mi padre, manteniendo su mirada firme en los ojos de aquella mujer. ¿Cómo puede mantenerse tan sereno ante esta escena? Yo estoy a punto de compartir el dolor de ellos, pero supongo que la experiencia lo ha preparado para esto; no es la primera vez que entrega noticias como estas.
—¿Y si no recupera su memoria?
—Tiene toda una vida por delante para crear nuevos recuerdos —responde él con confianza.
Los parientes de California permanecen en silencio, así que mi padre opta por despedirse y dirigirse hacia su siguiente paciente. Les echo una última mirada a Lony antes de apresurarme para seguir a mi padre.
—Entonces, ¿Qué tan grave es? —le pregunto alcanzándolo —¿Crees que se recuperará? ¿Su memoria volverá?
—¿Cuál es tu opinión? —me interroga, evitando mi mirada, mientras caminamos por los pasillos del hospital. —Vamos, me gustaría conocer tus conclusiones de lo que has aprendido en la clínica.
—Creo que es un caso complicado, no es común encontrar una lesión cerebral hipóxica-isquémica.
Esta condición ocurre cuando el cerebro no recibe suficiente oxígeno o sangre, lo que puede llevar a la muerte de células cerebrales. Dependiendo de la duración y la severidad de la falta de oxígeno, los daños pueden ser permanentes.
