Capítulo 29

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California

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California

La brisa golpea con fuerza mi cabello, fría, lo suficiente para que cruce los brazos en un intento de resguardarme. Cierro los ojos y me sumerjo en la serenidad del lugar. El aroma a sal marina, la textura de la arena entre mis dedos y el constante sonido de las olas crean una atmósfera que siempre asocio con mis padres, quienes fueron los primeros en traerme a este lugar. Esta playa, en particular, posee algo especial que la distingue de las demás. Se siente muy familiar. Observo a mi acompañante; tiene los ojos cerrados, parece completamente absorto en el momento. En este punto, me pregunto, ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Y qué hubiera pasado si nunca hubiera perdido la memoria?

—¿Te quedarás observándome toda la tarde? —pregunta, sin mirarme.

—¿Por qué me has traído acá?

—Porque es tu lugar favorito —dice, por su tono de voz siento que algo no está bien.

—¿Puedo preguntarte algo? —Él asiente—. Aun no entiendo por qué terminamos de esta manera, me refiero a yo con Austin, ¿por qué? Porque si ya te conocía y sabía que me sentía atraída, ¿por qué lo elegí a él?

—Daría lo que fuera por esa respuesta.

—¿No tienes alguna idea? —él niega—. Entonces, ha sido el destino.

—Puede ser —me dice, caminando hacia nuestras cosas.

Lo persigo, escuchando sus palabras; los dos nos sentamos en la arena, más alejados de la orilla. Ocean coloca sus manos sobre sus pies y me mira antes de seguir hablando.

—El destino nos ha vuelto a unir, si quisiera que estuvieras con Austin probablemente lo habrías recordado.

—¿Por qué estás tan seguro?

—La primera vez que te vi, lucías muy conocida, como si una parte de mí fuera un imán, tú me atraías. Había muchas chicas ese día, pero curiosamente solo contigo sentí esa conexión —me explica con seriedad—. California, podría jurar que te he conocido en esta vida y en otras miles.

Sonrío.

—Tienes razón, aquel momento se sentía íntimo, y creo que puedo recordarlo más que tú, ya que mi mente se ha quedado ahí. Lo que trato de decir es que, es inexplicable la sensación de ese día, parecía que nos conociéramos de toda la vida, aunque ninguno sabía nada del otro. Tuvimos una conexión. Y ahora mismo, solo me pregunto el por qué terminamos distanciándonos.

—Ya tendrás tiempo para saberlo.

—¿Cuándo recuperaré mi memoria? —le pregunto.

Ocean se gira; lleva varios días evitando el tema de "recordar", no sé muy bien por qué lo hace, pero puedo hacerme una idea, él tiene miedo, y yo también. Todo es muy confuso para los dos y la decisión final dependerá de mí cuando vuelva a tener mis recuerdos. Él toma una de las flores de la planta que está creciendo a su lado izquierdo, la toma con mucha delicadeza y la ubica sobre mi cabello. Es un gesto muy sutil, que provoca que olvide por qué he venido.

Solo si me recuerdas mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora