YTH | Rhiannon siempre fue la debilidad del príncipe Aemond, no importaba que a sus ojos y a los de su madre fuera una bastarda, ella era diferente a cualquiera de su familia, siempre haciéndolo feliz, aunque esta lo odiara.
Él siempre amaría a Rhia...
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sometimes love is not enough
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SIEMPRE PENSÉ QUE SERÍAMOS FELICES PARA SIEMPRE.
Desde aquel horrible suceso en Marcaderiva todo era diferente, el ambiente en Rocadragón había cambiado por completo, ya no era un castillo rodeado de tres niños corriendo por el lugar con su hermana yendo detrás de ellos para llevarse al menor a tomar un baño o a sus lecciones, en las cenas ya no eran solo ellos y sus dos padres, alrededor de una mesa larga que les hacía imposible tener una plática normal de familia.
Laenor Velaryon había muerto hacía varias lunas, tantas que ya no podías contarlas con los dedos de las manos, tenías que dar varias vueltas hasta llegar a la cifra exacta, más los días. El hombre murió quemado por su escudero, cuando aún estaban en Marcaderiva, con corazones rotos por la muerte de Harwin Strong y por ser llamados bastardos, tuvieron que despedir a su padre... bueno, a uno de sus padres.
Una decena de lunas después sucedió la tan inesperada boda de Daemon Targaryen y su sobrina Rhaenyra, con solos sus hijos como testigos, las tres niñas vestidas con ropas blancas como las de la heredera al trono y los niños con sus característicos trapos rojos y negros, fue una boda Valyria, cortándose el labio y compartiendo su sangre como solo los verdaderos Targaryen lo hacían.
