Nunca le agradezcas al universo antes de tiempo

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XX

H O P E

Al cruzar la entrada del Campamento, no tardé en encontrar a Charlie y James con mi mirada, estaban caminando hacia el Pabellón.

— ¡Buu!

Ambos pegaron un saltó, solté una risa mientras apoyé mis brazos en sus hombros.

— ¿Cómo es que siempre haces eso? —James se quejó—

— No sé, ustedes son fáciles de asustar. Es gracioso.

— Súper gracioso —Charlie rodó los ojos, él iba a decir algo más—.

— Bien, iré a dejar mis cosas y volveré a regalarles mi brillante y divertida presencia —avisé, dándoles un abrazo rápido para ir a mi cabaña—.

Bueno, no era mi cabaña en realidad, más bien la de Apollo. Podía estar en la de Poseidón, y papá me había ofrecido tener una cabaña para mí, pero no quise. Y es que a mí me encanta hablar a veces, y tener una cabaña para mí sola era demasiado.

Además, soy algo desordenada, y si por algún motivo no tengo tiempo para limpiar, sé que alguien más de la cabaña podría hacerlo por mi. Nadie quiere limpiar los establos como castigo.

La cabaña de Apollo no está particularmente llena, hay seis campistas, pero son divertidos, aunque me digan "sobrina" solo para molestarme, como si no fueramos de la misma edad (soy incluso mayor que algunos).

Acomodé mi collar, ahora tenía dos cuentas, la del año pasado era una montaña junto a un lazo. Fue un verano... interesante.

Después de guardar mi bolso debajo de mi litera, volví con mis amigos, sentándome junto a ellos.

— Oye, ¿qué será de Hope? —Charlie miró a James—

James se levantó de hombros. — No lo sé, no la he visto hoy. ¿Habrá llegado?

Rodé los ojos, cruzando mis brazos.

— ¿Ahora qué?

— ¡Ah! Hola Hope, no te había visto —Charlie me miró—. ¿Cómo estás? ¿Qué hay de nuevo?

— ¿Esto es porque no dije hola antes?

James asintió, su entrecejo estaba levemente fruncido, como cada vez que se ofendía.

Solté una risa. — Que sensibles. Hola, chicos.

— Y ahora nos insultas —James negó con su cabeza—. La epítome de la gentileza.

Charlie añadió con tristeza burlona. — Sacrificamos horas añorando por tu regreso, ¿y así nos agradeces?

Bueeeno, lo siento —sonreí divertida—. ¿Qué tal? ¿Cómo estuvo el último semestre?

James soltó un suspiro exagerado. — Terriblemente aburrido sin tus inesperadas formas de animar las cosas.

— ¿Ya ves que soy indispensable? —sonreí en grande—

— Mh, debatible —James se cruzó de brazos—.

Abrí mi boca ofendida. — ¿Debatible?

Charlie nos interrumpió, notando que yo me estaba ofendiendo de verdad.

— Yo salí de paseo —él dijo—. El tío Grover me llevó a explorar muchas reservas naturales —comentó con entusiasmo—, caminamos entre las Secoyas y vimos distintos tipos de vida salvaje. Nos encontramos un zorro a mitad de camino y nos siguió el resto del viaje.

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