Muchas gracias pija

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Después de la conversación en el baño, Emma sabía que tenía que ser honesta con Hugo. Decidió encontrarse con él en su lugar habitual en el parque después de clases. Cuando llegó, Hugo ya estaba allí, sentado en su banco habitual.

—Hugo, tenemos que hablar —comenzó Emma, sentándose junto a él.

Hugo levantó la vista de su teléfono, notando la seriedad en su expresión—. ¿Qué pasa?

Emma tomó una profunda respiración, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de decir—. Mira, eres un chico increíble y me has ayudado mucho. Pero... No he podido enamorarme de ti —dijo Emma, su voz firme pero con un toque de tristeza.

Hugo la miró por un momento, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. Su rostro se tensó, y un destello de dolor cruzó sus ojos—. ¿En serio, Emma?

—Lo siento.  Simplemente... no puedo mentirme a mí misma ni a ti. Mis sentimientos están en otro lado —explicó Emma, tratando de mantener la compostura.

—¿Otro lado? ¿Qué significa eso?—preguntó Hugo, su voz subiendo de tono, claramente dolido.

Emma desvió la mirada, incapaz de enfrentarlo directamente—. mis sentimientos por otra persona son más fuertes.

—¿Por quién? —insistió Hugo, su frustración evidente—. ¿Es Ruslana?

Emma no respondió, su silencio confirmando las sospechas de Hugo.

—No me lo puedo creer —murmuró Hugo, sacudiendo la cabeza—. Quien lo diría.

Hugo cerró los ojos, tratando de calmarse. Finalmente, abrió los ojos y la miró con una mezcla de dolor y resignación—. Está bien, Emma. Gracias por ser honesta.

—¿Podemos seguir siendo amigos? —preguntó Emma, esperanzada.

Hugo suspiró, mirando al suelo por un momento antes de volver a levantar la vista—. Claro, Ems. Siempre serás mi amiga. Pero dame un tiempo, ¿vale?

Emma asintió, sintiéndose aliviada pero también triste—. En serio, Hugo, eres un cielo. Gracias por entender.

Hugo se levantó del banco, metiendo las manos en los bolsillos—. Cuídate, Emma.

Emma lo vio alejarse, sintiendo un peso levantarse de sus hombros pero también una punzada de dolor en su corazón.

•••

Esa tarde, Emma estaba en su habitación, terminando los deberes cuando su teléfono comenzó a vibrar con mensajes de Ruslana.

Macarra💖: ¿Te vienes a mi casa?

Emma: No puedo, estoy haciendo deberes.

Macarra💖: Con el gilipollas de tu novio no?

Emma:  No estoy con él, pesada.

Macarra💖: ¿Que hacéis?

Emma: Joder con la macarra

Emma envió una selfie de ella misma sentada en su escritorio, rodeada de libros y cuadernos.

Macarra💖: Qué es broma, pija tonta.

Emma: Pues que graciosa. Por cierto, ¿recuerdas que teníamos deberes de mates?

Macarra💖: Joder, lo olvide, muchas gracias pija.

Emma sonrió al ver la respuesta de Ruslana. A pesar de todo, seguían conectadas de alguna manera.

•••

Ruslana

Ruslana se recostó en su cama, mirando la selfie de Emma. Se sintió un poco tonta por haber saltado a conclusiones tan rápido, pero no podía evitarlo. Los celos la consumían cada vez que pensaba en Emma con alguien más.

Decidió concentrarse en los deberes, agradecida de tener algo en lo que enfocarse. Pero mientras escribía, su mente seguía vagando hacia Emma, preguntándose qué significaba realmente lo que sentía.

Emma

En su habitación, Emma cerró su cuaderno y se estiró. Romper con Hugo había sido difícil, pero necesario. Sabía que sus sentimientos por Ruslana eran más fuertes de lo que quería admitir, y seguir engañándose a sí misma no iba a cambiar eso.

A medida que el día llegaba a su fin, Emma se sintió un poco más clara sobre lo que quería. Sabía que enfrentar a Ruslana no sería fácil, pero estaba decidida a encontrar una manera de manejar sus sentimientos y la complicada relación entre ellas.

BATALLA DE CORAZONES|    RUSLANA OT2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora