Es complicada

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El cielo de Madrid estaba cubierto de nubes grises cuando Ruslana se dirigió al lugar acordado con Noelia. Las calles, usualmente bulliciosas, parecían más tranquilas bajo el manto del atardecer. Ruslana llegó al pequeño café donde Noelia la esperaba. Al entrar, vio a la pelinegra sentada en una mesa del rincón, con una expresión seria.

Ruslana se acercó y se sentó frente a Noelia, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprehensión.

— Gracias por venir, Rus.

— No pasa nada. ¿Qué querías hablar?

Noelia suspiró, mirando a Ruslana a los ojos.

— Mira, Ruslana, he estado pensando mucho sobre todo esto. Me alejé porque no soportaba ver cómo Emma te manipulaba. Ella solo te ve como un juguete, como bien claro me lo dijo en mi fiesta.

Ruslana frunció el ceño, sintiendo una punzada en el corazón.

— ¿Emma dijo eso?

— Sí. Ella no va a cambiar, Ruslana. Te está utilizando. Desde el principio, ha sido todo un juego para ella.

Ruslana se quedó en silencio, procesando las palabras de Noelia. Se sentía utilizada y confundida. Noelia conocía bien a Ruslana, sabía que necesitaba un momento para asimilar todo.

— Sé que esto es mucho para ti, Ruslana. Pero tenía que decírtelo. No quiero verte sufrir.

Noelia se levantó y rodeó la mesa para darle un abrazo a Ruslana. La castaña se quedó inmóvil al principio, pero luego correspondió al abrazo, sintiendo una mezcla de consuelo y desasosiego.

Después de unos momentos, se separaron y volvieron a sentarse. Ruslana tomó un sorbo de su café, tratando de ordenar sus pensamientos.

— Noelia, desde el principio, Emma ha sido un dolor de cabeza para mí. Pero a veces... a veces parece diferente. No sé cómo explicarlo. Ha hecho cosas que me hacen dudar de todo.

— ¿Qué ha hecho?

Ruslana comenzó a relatar todo lo que había sucedido desde el inicio del trimestre. Le habló de las discusiones, los momentos de tensión, pero también de las tardes de estudio y de cómo Emma, a su manera, había intentado ayudarla.

— Me dejó copiarme en un examen, Noelia. Y cuando nos castigaron juntas, tuvimos una conversación muy profunda. Me contó cosas sobre ella, sobre por qué es como es. No sé, a veces siento que hay algo más, pero luego hace cosas como las de la fiesta y me confunde.

Noelia la escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando.

— Mira, Ruslana, Emma es complicada. No voy a negar que puede haber algo más detrás de su fachada de pija hueca, pero no puedes confiar en ella ciegamente. Tienes que protegerte. No dejes que te haga daño.

Ruslana suspiró, sintiendo el peso de las palabras de Noelia. Sabía que su amiga tenía razón, pero también estaba llena de dudas y confusión.

— Gracias por decírmelo, Noelia. Necesitaba escuchar esto. No sé qué voy a hacer, pero al menos ahora tengo una perspectiva diferente.

Noelia sonrió con tristeza.

— Siempre estaré aquí para ti, Ruslana. No importa lo que pase con Emma o con cualquier otra persona.

Ruslana asintió, sintiendo una mezcla de gratitud y tristeza. Se despidieron con un abrazo, y Ruslana salió del café sintiéndose un poco más ligera, aunque todavía tenía mucho en qué pensar.

Mientras caminaba de regreso a casa, su móvil vibró. Era un mensaje de Emma: "¿Estás bien, macarra? ¿Qué ha pasado?"

Ruslana miró el mensaje, dudando si responder. Sabía que tenía que tomar una decisión pronto, pero por ahora, necesitaba tiempo para pensar.

Guardó el móvil en su bolsillo y siguió caminando, dejándose llevar por los pensamientos y las emociones que bullían en su interior.

BATALLA DE CORAZONES|    RUSLANA OT2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora