BATALLA DE CORAZONES| RUSLANA OT2023

Macarra de turno

INSTITUTO SAN LORENZO

Emma iba por los pasillos del instituto mientras charlaba tranquilamente con sus amigas de toda la vida.—¿Que hacéis por semana santa?

La castaña ojimiel bufo ante la pregunta de la rubia- me voy a Italia de nuevo, os juro que estoy harta de tener a mis padres separados- respondió rápidamente, mientras caminaban hacia su clase de matemáticas.

-La parte buena viene en tu cumple gorda- trato de animar a su mejor amiga, Ariadna.
Todo el grupo de chicas siguió con su camino, pues les quedaba muy poco para llegar a su clase. En total eran 7 chicas, si. Solo chicas, eran como por así decirlo las chicas más populares de tercero de la ESO. Y cada año su popularidad iba aumentando más y más, tanto por ser guapas, o por qué eran "intocables", según los más pequeños del instituto.

-Último global de mate- se pronunció Noelia, la pelinegra. Era muy aplicada como casi todas en su grupo, pero cuando tenía que alzar la voz, lo hacía y vaya que lo hacía.

-En Portugal ni estaré pensado en este examen de mierda- respondió la otra rubia, Andrea. Era la que tenía más bajas notas de su grupo, osea un 6 como máximo.

-¡¿Pero os queréis callar ya?!- les grito desde la otra punta de la clase una castaña, súper pálida y más conocida por ser la más chulita de la clase, después de Maria y Emma, obvio.

Todo el grupito volteo a mirar a la castaña, se sentían poderosas por estar todas juntas y la castaña casi no tenía amigos pero aún así no se dejaba de nadie- A ti que más te da pesada de mierda- respondió por impulso Maria, que la miraba con enojo desde el otro extremo de clase.

-Pesada de mierda tu y todo tu séquito de subnormales, que no dejáis a la profe hablar para empezar con el puto examen, joder.- le hablo de la misma forma que antes y sin dejar de mirar a la chica con rabia.

-Subnormales dice la rara está- se unió a la "conversación" Emma, no podía quedarse callada y menos si tenía que ver con Ruslana.

-Joder- Dijo con una sonrisa cínica la castaña- éramos pocos y hablo la pija- respondió, para Ruslana, Emma era la persona más tonta y hueca que podía haber, y la encontraba guapísima, pero lo idiota y creída le quitaba todo ese encanto.

-Os callais las tres o os vais a la sala de castigados- detuvo la mini pelea la profesora de matemáticas. Las tres adolescentes se quedaron calladas y la profesora se encargo de repartir los exámenes, siempre eran las mismas tres de siempre que peleaban.

RUSLANA

—Mejor no preguntó— escucho a su amiga decir mientras se acercaba a ella— ¿Tan mal estuvo?— preguntó la más alta mientras se acomodaba las gafas.

—Es que las voy a matar— respondió mientras miraba por detrás de su mejor amiga a él grupito reírse. La de gafas siguió la mirada de Ruslana y se encontró con lo que hacía enfadar a su amiga.

—¿Ahora que te hicieron?— preguntó la medio inglesa, Chiara.

—Que no se callaban las putas estas, todo el rato hablando y no dejaban a la profe dar los exámenes— Respondió sin despegar su mirada de todas ellas, Emma se dio cuenta de esto y

EMMA

—Pero bueno, mirad quién está ahí, la macarra de turno— Dijo Emma con un tono cargado de desprecio, lo suficientemente alto como para que Ruslana lo oyera— Parece que no tiene otra cosa mejor que hacer que espiarnos.

Maria río, siguiendo el juego de Emma— pobrecita, debe de estar tan sola.

Ruslana apretó los puños y decidido que no iba a dejar pasar la provocación. Con pasos decididos se acercó a Emma y a su grupo, sin mostrar ni un poco de miedo.— ¿Que has dicho Emma?— preguntó Ruslana, parándose frente a ella, desafiandola con la mirada.

—Eh dicho que eres una macarra de turno. ¿te ha quedado claro?.

Antes de que Ruslana pudiera responder, Maria añadió con una sonrisa sarcástica— Y además, das pena.

Eso fue el colmo para la castaña. Sin pensarlo dos veces, empujó a Maria con fuerza, tirándole al suelo. Emma intentó defender a su amiga, pero Ruslana era más rápida y estaba llena de rabia. Se abalanzó sobre Maria para darle una lección, pero en ese momento, Kiki llegó corriendo y la sujeto por los hombros, alejandola de la pelea.

—¡Rus, para!— grito Kiki, con una mezcla de desesperación y preocupación en su voz— ¡No vale la pena!¡te vas a meter en un lío!.

Ruslana se resistió pero finalmente dejó de luchar contra su mejor amiga. La ira aún ardía en sus ojos, y se dirigio a Emma y Maria— Esto no ha terminado.

La profesora de guardia apareció en el patio, alertada por el alboroto, y disperso a los grupos. Emma y su séquito se alejaron, lanzando miradas asesinas a Ruslana, mientras Kiki trataba de calmar a su mejor amiga.

•••

RUSLANA

A la salida del instituto, la castaña caminaba sola hacia su casa, aún enfadada por lo ocurrido. De repente, oyó una voz familiar gritando desde lejos.

—¡Eh, Macarra!, ¿te crees muy chulita no?— La rubia estaba del otro lado de la calle, caminando con paso seguro hacia la castaña.

Ruslana se detuvo y se giró hacia ella, dispuesta a no dejarse intimidar— ¿Otra vez tu, pija hueca?¿No tienes nada mejor que hacer?

Emma sonrió con desprecio.— Solo quería recordarte que no eres nadie aquí. Y si vuelves a tocar a una de mis amigas, te las verás conmigo.

Ruslana dio un paso hacia adelante, acortando la distancia entre ambas— No me das miedo, Emma. Puedes traer a todo tu séquito, no me importa. No me voy a dejar pisotear por ti, ni por nadie.

Respondió con rabia y muy cerca de Emma, la rubia se quedó mirando a los ojos de la castaña y como la castaña no obtuvo respuesta alguna, se fue.