---No olvides nuestro amor Nicolas---. Susurro mi amada a mi oído, la noche fría helaba mis huesos , y sus manos calentaban mi alma....
¿Quién era esa dama?.
---Vámonos a casa manchita.---Su voz suena como el alivio mas grande que es escuchado en mi vida, pero tensa y fría.
Y su tacto, hace que me descomponga de alivio, mis músculos se relajan y puedo abrir los ojos.
Ella tiene su pelo alborotado, su mirada fría me mira, ya no veo cariño en ella, en sus ojos ahora solo hay rabia.
Tanta rabia que me asusta.
Tanta que me cuesta imaginar que de verdad me a llamado manchita cariñosamente.
Esta frente a mi y la fuerza que me llamo tanto la atención a vuelto, esa pose de líder, esa cabeza arriba, la falta de miedo, ella sabe que debe hacer ahora.
---No, vamos a matarlo.---Hablo León detrás de nosotros.
Mi cara se descoloca al escuchar esa propuesta, el a entrado en la celda donde me encuentro, este agarra a su hermano del cuello, crujidos empiezan a escucharse, como si la porcelana y los músculos se rompieran, el esta apunto de decapitarlo con tan solo la fuerza de sus manos.
---Quieto.---Ordena Amara.---Tengo otros planes para el.---Su voz resuena por la estancia, suena tan fría que me hiela los huesos, la niña asustada se a ido y ahora solo queda una corazón sin alma, o eso parece.
Sea lo que sea, de mucho miedo.
---Coge a Nico y a tu patético hermano y poneros a salvo, yo tango unas tareas que hacer.---Vuelve a ordenar.
---Ni muerto te dejo sola.---Desafía León.
---Obedece.---Habla Amara, su voz es firme como una roca, y cuando León esta apunto de rechistar, Amara suelta un suave gruñido que nos hiela la sangre a todos, mi cuerpo empieza a temblar, es una clara advertencia, y así lo toma León.
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Una hora después, aposentos del rey vampiro.
Amara.
Estoy sentada con paciencia en una silla de mimbre, el aire de en mi rostro y mi pelo suelto y revuelto se mueve al compas de la brisa, la sangre seca en mi mejilla empieza a molestar y mi mirada esta fija en el suelo, acabo de llegar a su habitación, y mi respiración aun esta agitada de tanta vueltas que e dado tratando de dar con ella.
El rey se esta tomando su tiempo, se que me ve, se que sabe donde estoy, y huelo su miedo.
El sabe que me a enfadado, el sabe que no va a salir con vida.
Un crujido suena y la puerta de la habitación se abre.
---Hola loba.---Habla el.
---Hola vampirucho.---Mis palabras suenan sueltas y burlonas.
El traga con fuerza.
Se ve diferente , se ve asustado, y eso es demasiado extraño.
¿Por que será?.
Tan solo e matado a todos lo del castillo.
Si se que suena atroz, pero me cabreo, me cabreo tanto que mi ira no tubo un fin, tanto que da igual lo que diga, hago o suplique el tendrá el mismo destino.
Sus rodillas tocan el suelo, y suplicando me pide piedad.
---Tranquilo.---Susurro.
Mis manos se apoyan en los reposabrazos de la silla y lentamente me levanto, doy un silbido y León aparece por el balcón, sentándose en este con toda la tranquilidad del mundo, el tiene su vista fija en su padre, sus ojos inyectados en sangre lo miran como si de una presa se tratara, el esta dispuesta a tomar su venganza, y yo no se lo voy a impedir.
---Por favor, no....---
No me da tiempo a contestarme cuando León se avalancha hacia el.
No me quedo a verlo y salgo pro el balcón, mi cuerpo se transforma en mitad del aire en un enorme lobo blanco, y mis ojos vuelven a coger ese tono rojizo.
Trote en dirección a mi hogar, llena de sangre y totalmente satisfecha con mi cacería.
Ahora el mundo vampiro esta en manos de mi mayor aliado, y por fin puedo estar con el.
Se que no es mucho, pero iré subiendo mas en los próximos días.
