---No olvides nuestro amor Nicolas---. Susurro mi amada a mi oído, la noche fría helaba mis huesos , y sus manos calentaban mi alma....
¿Quién era esa dama?.
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Casa Prerón.
Nicolas.
Llevo a Rubí en mi hombro, con el culo en pompa en dirección a Amara, esta me mira con aires de tristeza, su mira es fría, amenazante, pero cuando se fija en mi se vuelve temerosa y triste, creo que sufre por mi.
--Déjala repollada en ese sofá.--Me habla Amara refiriéndose a Rubí, y eso hago la dejo en el sofá cubierto por un plástico lleno de polvo.
Estoy en chok, pero de alguna manera lo estoy llevando con mucha calma, no se si por la costumbre al miedo que me provoco mi familia o por que ella esta aquí, quizás incluso por que aun no e visto nada que me llegue a asustar.
Amara se para frente a mi, sus grandes y grises ojos me miran fijamente.
Mientras la miro no puedo evitar pensar en todo esto, en como mi vida jamás será lo mismo.
Hace menos de un día yo era un chico normal, apunto de terminar su carrera y ahora estoy aquí, enamorado asta las trancas de una mujer lobo, y envuelto en una guerra sobrenatural, que no solo me viene grande, si no que me a envuelto por completo y de la que jamás podre escapar.
Esto es como hacerte un tatuaje, ya no hay vuelta atrás.
Pero tenerla al lado me tranquiliza, es como cuando temes a la oscuridad y te tapas con la manta asta la cabeza, no te va a salvar de nada y jamás te a hecho falta realmente ser salvado, pero esta hay y te da paz, la suficiente paz como para dormir totalmente a gusto, sin miedo, lo diferente es que este escudo, ella, siento que mataría por mi, casi no la conozco, pero no tengo dudas de que lo haría, ella, si me protegería.
Y esta vez mi miedo no es a algo inventado por mi mente.
Ella agarra mis manos con las suyas con firmeza, suspira y comienza a tratar de hablar, las palabras casi no le salen, y una lagrima caen por su mejilla.
---Lo siento.--Susurra con dificultad.
Paso mi mano por su rostro apartando la lagrima de su mejilla, me acerco a esta y le planto un tierno beso.
Ya separado de ella, y aun con mis manos sobre las suyas hablo; ---¿ Tu sabias que se acercaba una guerra cuando nos conocimos?.---
---Si, bueno..., firme el tratado de paz antes de venir, pero...., yo ya te había visto antes de eso, ya me había imprimado de ti, pero aun así de saber que había peligro vine asta aquí, moví mis tropas y me acerque a ti, en su momento no sabía en el peligro que te estaba poniendo, y asta ahora, que se han llevado a Lucas, no era consiente y por eso lo siento.---Hablo rápido, y las lagrimas inundaron su rostro.
¿Cómo alguien puede ser tan fuerte y débil a la vez?.
---No te culpo.---Dije, pero antes de que pudiera hablar otra vez ella se me adelanto.
---Deberías, por que es mi culpa que estés en esta situación, es mi culpa el dolor que te voy a crear, así que enfádate, cúlpame, y hazme sentir el peso de tu angustia, por que es así es mi culpa, no dejare que nada te pase, pero no puedo asegurar que salgas sin un rasguño de esto.---Hablo, sus palabras eran fuertes y estaban llenas de dolor y odio, pero este odio era hacia si misma, se notaba en su forma de hablar, ella se odiaba.
