Capítulo 23

86 14 19
                                    

Luigi y Bowser dejaron de mandar cartas, esperando que el otro tomara la iniciativa mágicamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luigi y Bowser dejaron de mandar cartas, esperando que el otro tomara la iniciativa mágicamente... Hasta un punto se sentían frustrados, como si ya no tuvieran ese amigo diciéndoles que las cosas iban a mejorar. En ambos reinos se habían fijado que los involucrados estaban atrapados en una caja de sentimientos extraños, un caos.

—Señor, no puede ir al reino de la princesa.

—No me dirás qué hacer, Kamek —Bowser lo aparta de su camino.

—Señor, si se arriesga a ir, puede que nuevamente lo capturen.

Bowser sabía que tenía razón. Incluso ese idiota de verde se lo dijo, de que no volviera pronto... pero sus sentimientos estaban en un remolino, estaba frustrado de la situación con la princesa.

—¡Ella no puede ignorarme así! —Las paredes parecían que se movían ante los fuertes gritos.

—Atacaste su reino, ¿No? Debe estar enojada como cuando no te hago caso —dijo Bowser Jr., mientras jugaba con un avión de madera.

Tenía razón, su voz infantil detuvo a Bowser. Esa podría ser la razón de que ella no le respondiera nada. Estaba enojada, pero no precisamente por haber irrumpido en su castillo y haberlo destruido todo, sino que quizás se sentía enojada de que él no tomara la iniciativa como siempre. Tal vez era eso, pero es que Bowser estaba cansado de ser siempre el que tenía la iniciativa, pero la caja de Pandora estaba por abrirse.

Bowser atravesó todos los reinos hasta llegar al Reino Champiñón. En realidad, no atacó el castillo... Bueno, por lo menos los daños no fueron tan graves esta vez y muy en el fondo estaba tranquilo de ser capturado otra vez. Ser capturado ¿Significaba que lo quería la princesa? Por eso él capturaba a la princesa antes de que llegaran esos estúpidos fontaneros, la capturaba porque la quería, ¿No? ¿Eso era amor?... ¿No?

—Creo que te había dicho que no volvieras pronto —oyó a sus espaldas la voz masculina, su latido comenzó a acelerarse... ¿Estaba feliz? No, claro que no, Bowser no siente nada por nadie más que no sea la princesa Peach ¿no?

—Nadie me dice qué hacer —habló déspota.

—Bueno... pasó, ¿cuánto, dos o tres meses? —Luigi estaba hablando tranquilo, pero su corazón no paraba de revolotearse. ¿Estaba feliz?

—Jódete, estúpido fontanero.

—Me llamo Luigi, no "estúpido fontanero", señor mal humor —finalmente llamó la atención de Bowser y así mismo lo miró.

Ambos se miraron en silencio un tiempo, hasta que Luigi habló.

—Entonces... ¿Qué cambió?

—¿A qué te refieres? —se dio la vuelta incómodo.

Luigi suspiró y acercó su pequeña jaula, en donde estaba en cautiverio, a la ventana.

—Mira —pidió—. No rompiste todo como la última vez, hasta pareciera que tuviste cuidado con las cosas que dañabas, amigo... parece que solo lo hiciste para llamar la atención.

Indefenso - Jessica  Castillo  (Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora