Hikari
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito...
No te necesito....
No te necesito...
Te necesito...
¿Por qué tengo que estar metida en tantos líos, y para rematar, por qué los empeoro?
Al principio me enamoré de un chico, el cual tuvo un horrible suceso después de que yo le dijera mis problemas.
Este chico se llamaba Rex y fue alguien espectacular, quien tenía defectos y un noble corazón que, en el fondo, haría lo que sea por mí.
No sé si eso es muy caballeroso o muy idiota, pero aquí vino el problema principal.
— Hikari, vayamos a comer —me ofreció él, cuando todavía estábamos en la preparatoria.
— Claro —dije sin mucha emoción.
— ¿Qué te pasa? —cuestionó intrigado. Lo miré a los ojos.
— Esto no está funcionando, yo...
— ¿Alguien te está lastimando? —preguntó preocupado el joven.
—Bueno... —nunca pude terminar lo que decía ya que él siempre me interrumpía.
— Yo mataré a aquel que te haga daño — dijo con determinación, casi como si fuera una metáfora de alejar a quien me hiciera daño.
—Es un monstruo de persona — tartamudeaba, me dolía la cabeza.
En estos momentos yo no podía pensar con claridad y mantenía firmemente un bolígrafo en mi mano derecha, el cual usaba como "luchador" contra mi mano izquierda que tenía un plumón, ambos en una pelea imaginaria.
— ¿Un monstruo? — sonrió— Lo eliminaré sin problema alguno.
—No creo que puedas hacerlo — De aquí venía el principal problema.
— ¿Por qué? —me miró serio— Lo eliminaré cueste lo que cueste.
— El monstruo eres tú.
Se quedó en seco.
Durante todo el trayecto de la relación que tuve con él, Rex siempre fue atento y demasiado protector, al punto que llegaba a parecer un padre.
Mi padre nunca fue así; me dio mi espacio para crecer. También fue alguien que a veces se ausentaba. A pesar de eso, yo no me sentía cómoda con Rex.
Él me sonrió, no entendía por qué, pero dio media vuelta y entre dientes dijo:
— Me desharé de ese monstruo, cueste lo que cueste —y se retiró.
No pude explicar la razón por la que dije eso, ni mucho menos aclarar por qué me refería a él como un monstruo.
Los días que siguieron fueron un torbellino de emociones. Rex intentó contactarme varias veces, pero yo no tenía fuerzas para enfrentar lo que había dicho. Me refugié en mi habitación, tratando de entender mis propios sentimientos.
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Te amo, pero esto esta mal.
HumorDos hermanas, y dos hermanos. Quizas compartir este bien pero no a este nivel. ¿Cuatro personas que se aman? ¿Amas a mi hermano y a mi? ¿Podría considerarse esto como una cita doble? ¿Esta bien hacer esto? Déjate de bromas, ¿Quién eres tu? Yo soy tu.