Capitulo 30

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No entendía nada el pobre chico. Todo lo que conocía, todo lo que amaba, parecía haber desaparecido, reemplazado por una la realidad de su vida.

— Esto no puede estar pasando —murmuró para sí mismo, tratando de entender sus pensamientos.

Hikari lo observaba con preocupación, duda, podía ver la angustia en los ojos de chico; aunque no entendía del todo lo que él estaba experimentando, su amor por él la impulsaba a encontrar una manera de ayudarlo.

— Tailer, por favor, confía en mí. Estamos juntos en esto —dijo Hikari, tomando su mano con suavidad.

"Si, siempre estamos juntos en esto, pero somos cuatro, no dos" penso el joven seriamente molesto. El doctor entró en la habitación, llevando consigo un aire de seriedad.

— Bueno, los analisis no muestran perdidas de memoria — dijo el doctor mirando el informe — Joven Briones, entiendo que esto es difícil, pero necesitamos trabajar juntos para ayudarte a recuperar tus recuerdos —dijo el doctor con tono firme.

— No soy Briones —repitió Tailer, más para sí mismo que para los demás.

Hikari se sentó a su lado, sosteniendo su mano con fuerza, despues miro al chico quien se veia mas perdido que de costumbre, la venda en su frente se aflojo cubriendo parte de su cabello negro.

— Tal vez recordar algunos momentos felices te ayude —sugirió ella con una sonrisa tierna—. Recuerda cuando inauguramos Gardenia, cómo todos esos meses de trabajo duro dieron sus frutos.

— Recuerdo...

Tailer cerró los ojos, tratando de concentrarse en esos recuerdos. Las imágenes de la apertura del restaurante, las risas, los brindis y la felicidad de haber logrado su sueño conjunto comenzaron a llenar su mente. Sintió una calidez en su corazón, pero aún persistía la sensación de que algo estaba mal.

Esos no eran sus recuerdos, nunca hubo brindis del restaurante, ni jamas hubo una fiesta nocturna por el mismo, eso es lo que pensaba Tailer.

— Y cuando hicimos el primer plato juntos —continuó Hikari—. Lo llamamos "Flor de Luna". ¿Recuerdas cómo todos se sorprendieron por su sabor?

Tailer sonrió ligeramente, recordando el orgullo que sintió en ese momento. Poco a poco, su mente comenzó a aclararse.

— Hikari... —empezó a decir, pero fue interrumpido por un fuerte sonido.

La puerta de la habitación se abrió de golpe y una enfermera entró corriendo.

— ¡Doctor, el paciente de la habitación 48 está despertando! —exclamó, mirando al doctor con urgencia.

El doctor miro a la enfermera asintiendo para asi dirigirse a la puerta, pero no antes de mirar a Tailer con una expresión de esperanza.

— Descansa, joven Briones. Esto llevará tiempo, pero lo superaremos.

Cuando la enfermera y el doctor salieron, Tailer se recostó de nuevo, cerrando los ojos. Las palabras de Hikari resonaban en su mente, y poco a poco, comenzó a recordar más momentos juntos, más instantes de felicidad y amor.

Pero eran recuerdos con sus hermanos, Homura y Black.

Cerro los ojos y suspiro, de repente; se encontró caminando en un jardín iluminado por la luz de la luna. Las flores exóticas de Gardenia estaban a su alrededor, cada una más hermosa que la anterior. En medio del jardín, Hikari lo esperaba con una sonrisa.

— ¿Es esto real? —preguntó Tailer, acercándose a ella.

— Es tan real como tú lo quieras —respondió Hikari, tomando su mano—. Todo lo que hemos vivido, todo lo que hemos pasado, nos ha llevado hasta aquí. No importa lo que diga el mundo exterior, lo que importa es lo que sentimos en nuestro corazón.

Tailer la miró a los ojos y supo que, sin importar lo que sucediera, siempre la amaría.

— Estoy listo para enfrentar lo que venga, mientras estés a mi lado.

— No lo se, siempre estamos juntos los cuatro, pero... — no podia formular palabras.

Hikari sonrió, y juntos, comenzaron a caminar por el jardín, sabiendo que su amor sería capaz de superar cualquier obstáculo, cualquier sueño o realidad que se les presentara.

El sol comenzaba a salir por el horizonte, iluminando suavemente la habitación del hospital. Tailer abrió los ojos y vio a Hikari dormida a su lado, su mano todavía sosteniendo la suya. Sonrió, sintiendo una paz que no había sentido en mucho tiempo.

— Todo estará bien —susurró, apretando suavemente la mano de Hikari — Pero debemos estar completos.

Y en ese momento, supo que, sin importar si estaba en un sueño o en la realidad, su amor por Hikari y Homura los recuerdos que compartían siempre serían su ancla, su verdad.

Sin embargo, se negaba a creer eso, salian mas recuerdos.

—Ame, mañana ¿Puedes venir a abrir? —preguntó Hikari sonriente ella volteo entrecerrando los ojos.

— ¿Por qué? —cuestionó al no saber la razón de su sugerencia, de ladeando un poco la cabeza.

—Ya comenzamos nuestro 3er período en la universidad y es nuestro primer día de clases mañana, donde ya se pone algo pesado —explicó la rubia.

—Je... Recuerdo mis días en la universidad era toda una cerebrito —hablo Ame nostálgica y miró el techo.

— Oye no soy telepatía para ver tus recuerdos —dijo Black molestando a Ame quien sonrió.

—Lo se, pero Homura si lo es y puede leerme la mente— respondía ella burlonamente y Homura solo parecía asentir a la nada de la misma manera que la castaña.

— Interesante recuerdo no sabía que tu amigo y tu del mar se mensajeaba mucho por correspondencia —Homura atacó a Black quien se cruzó de brazos y fue consolado por Hikari abrazando su espalda.

— Exactamente tuve un buen amigo con quien charlaba mucho por correspondencia. — afirmó lo que reveló la chica

—Hay hermano, siempre humillado —Tailer se unía al juego.

— Mínimo digo cosas lógicas y tengo una novia cuerda de neuronas completas — Hikari no supo si sentirse halagada con su comentario o ofendida con el.

— ¡Hey! —la pareja expresó al unísono su descontanto dando un buen momento de risas.

— Vaya dúo —Ame rodó los ojos con una sonrisa —me retiro chicos entonces nos vemos por las 2:30pm —se despedía Ame.

— Oye, oye, antes de que te vayas cuéntanos la historia de ese amigo por correspondencia —interrumpió Tailer soltanose del agarre de Homura.

—Oye déjala ir ya trabajó mucho, que tu hayas mal acostumbrado o que quieras dormir muy noche por luego andar jugando con Willy no es mi problema —dijo Hikari atacando a Tailer.

— ¡Hey, no metas a Willy en esto! —se defendió Tailer.

— Si, si lo dice el que quiere "espacio".

— Oye Hikari, quiero poder entregarte algo muy especial que compre — hablo Tailer quien estaba dandole una caja un tanto particular de terciopelo.

— ¿De que va? — duda la chica.

— Quiero que tengas mi anillo favorito, se llama el anillo del dragón y es para ti, representa mi fortaleza y lo que me impulsa a seguir adelante — menciona el chico serenamente.

Y fue cuando despues de unos agradecimientos los dos chicos fueron a la parte de atras a darse sus buenos besos.

Fragmentos perdidos, ¿o de que se trata?

— Aun tengo los otros tres anillos, el anillo de la respiraición de la llama, el heroe de la oscuridad infernal, y la luz de las estrellas en el mas alla — comento el chico mirando un pozo debajo suyo.

— No entiendo mucho de lo que pasa — dijo Tailer pero su voz se entrecortaba y cambiaba por otra mas gruesa.

— Despierta, mi heroe peliazul.

La realidad con frecuencia es decepcionante, pero eso depende de tus espectativas y tu forma de verla, ademas...

¿Crees saber lo que realmente quieres?

Fin del capítulo 30.

Te amo, pero esto esta mal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora