The World Is Ugly

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Charly no era ni la mitad de irritable o molesto como Gustavo esperaba que fuera, pero había algo en él que Zoe no confiaba, eso era muy claro. Y cada vez que tenía la oportunidad, lo expresaba.

Zoé iba al frente, la nariz pegada al mapa, intentando descubrir dónde carajos estaban. No tenía idea, y descubrirlo era tan difícil como pensó que sería.

Suspiró pesadamente, deteniéndose y dando la vuelta. - No puedo - frunció el ceño cuando vio a Gustavo y a Charly más lejos de lo que pensó, susurrando entre sí y mirándolo a él. - Encontrar donde estamos.- Murmuró inútilmente para sí, sentándose en una roca cercana y maldiciendo cuando se sentó con tanta fuerza que la roca se enterró en su nalga.

Sus ojos le picaban, tenía hambre, sed y realmente anhelaba darse un buen baño para aliviar el crecido desastre que llamaba cabello que también la estaban irritando. Rascó con el dorso de la mano, un dolor de cabeza empezaba en sienes, y maldijo lentamente para sí. Charly y Gustavo no se estaban acercando más realmente, así que tomó esa oportunidad para levantarse el parche de su brazo.

Hizo una mueca de dolor cuando sintió las cicatrices y la piel quemada, y no hizo nada para aliviar la comezón. Era como si fuera su cicatriz - tal vez incluso el mismo inútil brazo - lo que picaba, y maldijo de nuevo, un poco más alto, porque no es como si pudiera rascarse tan fuerte, sería inútil, se infectaría, si es que todavía no está infectada.

Temía pensar en cómo se veía, aún después de que el proceso de curación casi se había completado. O al menos un poco. Probablemente se veía grave. Probablemente asqueroso. No le importaba. Ella era una rara, que no se veía nada bien. Nunca se había visto bien ni antes ni después, y solo iba a ponerse más fea con el paso del tiempo, o eso pensaba ella.

- ¿Por qué te destuviste?-

- Zoe alzó la cabeza casi de inmediato al sonido de la voz de Gustavo, y rápidamente se colocó el parche en su lugar.

- Estaba esperando a que me alcanzaran.- Su voz salió con amargura, intencional o no, y Gustavo alzó una ceja.

- No puedo encontrar dónde estamos.- Volvió a decir Zoe.

- En algún lugar de Nueva York, solo sé eso.- Charly intervino, y Zoe lo miró con recelo antes de estirar la mano. Ignorando completamente su comentario.

-¿Alguno de ustedes tiene una brújula?- Dijo entre dientes. Notablemente molesta.

Charly rebuscó en su bolsa y sacó una, pasándosela a Zoe mientras se volteaba hacia Gustavo. Los dos se movieron una vez más, lejos de la acera y hacia el campo, murmurando algo sobre montar un campamento. Zoé miró hacia el cielo, notando que el sol empezaba a meterse, y suspiró antes de fruncir el ceño. Se negaba a sentir celos. No podía.

°•°

Zoe no podía dormir.

Se había ofrecido a quedarse afuera de la tienda que Charly tan curiosamente había llevado con él, como un guardia no oficial. La tienda era otra razón por la que Gustavo pensaba que Charly era un maldito héroe, y Zoe lo odiaba.

Odiaba todo el apocalipsis, y odiaba estar sola, y odiaba mentirles a todos. Pero principalmente, odiaba estar asustada.

Y la verdad es, tenía demasiado miedo como para dormir. Dentro de la tienda, Gustavo y Charly estaban durmiendo (demasiado cerca entre sí como para que Zoe pensara que podría ser puramente inocente. lo cual también odiaba Zoe), y ambos eran ignorantes de los pensamientos que nadaban alrededor de su cabeza.

Tenía miedo de Louise también, y no sabía por qué iban a donde ella estaba. Pero Tomás también estaba ahí, y él era la prioridad, solo que...

Zoe negó con la cabeza interrumpiendo sus pensamientos antes de que sea peor, llevando las rodillas a su pecho. Había pasado una o dos noches sin pesadillas, pero contaba con que volverían esta noche - si se permitía dormir.

𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐈𝐬 𝐔𝐠𝐥𝐲 | 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚟𝚘 𝙲𝚎𝚛𝚊𝚝𝚒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora