𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐈𝐬 𝐔𝐠𝐥𝐲 | 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚟𝚘 𝙲𝚎𝚛𝚊𝚝𝚒

La novia

- ¿Dónde está Zoe? - Bianca dijo, y Gustavo alzó la cabeza de golpe. - Dijo que iba a quedarse en el auto.- Continúo Bianca.

- ¿No está ahí? -  Gustavo preguntó, y Bianca rodó los ojos.

- No, por eso pregunté dónde estaba.-

Gustavo de inmediato salió para buscar a la adolescente, llamando su nombre con desesperación. Daniel estaba tranquilamente sentado en el asiento del pasajero, lo que hizo a Bianca pensar que algo había pasado entre los dos, algo extraño y nada bueno. Charly, mientras tanto, se fue en la otra dirección, pero volvió veinte minutos después con las manos vacías.

Hubo una figura sollozando que salía de los baños detrás de la estación de gasolina, y Gustavo corrió hacia esta, encontrándose con el rostro manchado de lágrimas de Zoe a medio camino. Su mano apretaba su brazo, y cuando Gustavo la agarró del hombro, ella hizo una mueca de dolor, provocando que el mayor retrocediera al instante.

- ¿Zoe? ¿Qué pasó? - Zoe negó con la cabeza. - ¿Es tu brazo? ¿Te duele? -

- Estoy bien.- Murmuró, esquivando a Gustavo. - Solo... me lastimé con algo.- Si, con el propio cuchillo de Zoe en manos de Daniel. Vaya mentira.

- ¿Puedo ver? - Negó con la cabeza una vez más. - ¿Te duele? -

- Un poco.-  Admitió, mirando los ojos azules de Gus que ahora estaban teniendo ese ligero tono de preocupación en ellos. -Pero estaré bien.- Gustavo la continuo mirando, sin separar la vista, tratando de ver todo su rostro y ver algún rastro de mentiras por algún lado. Pero... No vio nada.

Zoe pasó una mano por su mejilla, dándole una caricia para tratar de hacerlo sentir mejor, y él le sonrió con algo de timidez. Hace unos días que no tenían ese tipo de contacto. Y Gustavo no va a negar que le sorprendió que fuese ella quien haya tomado la iniciativa.

Logró alejarse de él y caminó al auto para sentarse en el asiento trasero, evitando los ojos de todos mientras Gustavo y Bianca entraban a cada lado, también del asiento trasero. Charly se había ofrecido a manejar por un rato, "Daniel el loco" (como Zoe lo había nombrado) en el asiento del pasajero y mirando a Zoe por al menos diez minutos antes de apartar la mirada.

Gustavo había envuelto a Zoe por los hombros, inconscientemente o no, y Zoe se recargó en él, agradecida por la comodidad y el calor corporal. Bianca casi – casi rueda los ojos. Podía ver que lo necesitaba más de lo que necesitaba las miradas asesinas de Daniel. Así que lo dejo pasar.

Y la forma en que Zoe se sostenía el brazo no era nada normal, Bianca también lo había notado (incluso si Gus no), pero no iba a decir nada en voz alta, con Gustavo justo a su lado.

°•°

- Y...- Bianca dijo, mientras Charly manejaba meticulosamente por el camino. - La novia muerta. -

- ¡Bianca! - Gustavo siseó, pero fue trágicamente ignorado.

Bianca De la Torre era todo menos sensible, sin compasión después del brote, el espacio que tenía en su cabeza para preocuparse disminuía con los días. No tenía tiempo para supuestos llorones suicidas que gastaban valioso oxígeno. Todo lo que le interesaba en lo mínimo era Gustavo. Y tal vez Zoe y Charly, viendo que había pasado los últimos días con ellos. Dios, se estaba volviendo sentimental de nuevo.

Daniel se giró en su asiento, fijando la mirada en Bianca. - ¿Qué con ella? -

- Cuéntanos de ella.-

Sus ojos se entrecerraron, pero habló de todos modos. - Tenía veinte cuando murió. La conocía de toda la vida. Éramos el perfecto romance de infancia. Hacíamos todo juntos - incluso ella salió del clóset como bisexual conmigo. Era baja, casi más que yo, con cabello castaño y los ojos más oscuros que eran tan fáciles de leer. Y fue mordida por los zombis hace dos años y medio.- O no notó o ignoró la mueca que hizo Gustavo. - No pude hacer nada para salvarla. Terminé sosteniendo su cuerpo en mis brazos después de deshacerme de los zombis, y la vi morir. Era imposible quitarme su sangre de mi ropa, sin importar cuántas veces la lavara. -