HOSEOK
Desde hace unos años comencé a hacer crecer la fortuna de mi familia y me hice de un lugar que no cualquiera podía tener, gané respeto debido a mi trabajo, ¿era algo de lo que me sentía orgulloso? Por supuesto que no, pero alguien debía seguir con el negocio familiar y mantener a los clientes cerca, siendo mi familia la más reconocida en cuanto a tráfico de armas se trataba y al retirarse mi padre, yo tomé su lugar como el nuevo jefe.
Como dije, era un hombre respetado, a mi paso todos agachaban la mirada en señal de que era el jefe, en el fondo no me gustaba, pero si quería mantener las cosas como estaban, era mejor así, en esta vida no había cabida para sentimientos como la compasión, el cariño y mucho menos el amor.
Por eso sólo mantenía junto a mí a un amigo, mi mano derecha y la única persona a la que me permitía querer, aunque no lo demostraba mucho, Jungkook.
Pero hubo una noche en la que todo cambió, no acostumbraba nunca a ir a las entregas, Jungkook era el que se encargaba de eso, pero esa noche algo me decía que debía estar ahí y me encaminé a aquel viejo muelle junto a mi mejor amigo para poder verificar que todo estuviera en orden, preparado para cualquier cosa que pudiera pasar, quizá lo que tenía era el presentimiento de un enfrentamiento y tenía que estar ahí para cuidar a mis hombres.
Al llegar al lugar todo iba bien, los compradores llegaron a tiempo y llevaban los maletines con el dinero, revisamos que todo estuviera en orden y así era, además, aunque no acostumbraba a traficar droga, en esa ocasión lo hice como pedido especial, dos lotes de armas y uno de droga era lo que entregaría esa noche.
Mi estúpido presentimiento era eso, algo estúpido, porque nadie se atrevió a hacernos nada y es que, ¿cómo se iban a meter con el nuevo jefe de la mafia en Corea? Aunque mi negocio manejaba principalmente armas eso bastaba para poder controlar prácticamente todo en el país, no era necesario meterme en cosas más peligrosas o que me causaban asco de sólo imaginarlo, con lo que hacíamos era suficiente para estar en la cima.
Jungkook recogió los maletines con el pago y estábamos por subirnos a la camioneta cuando escuche a alguien llorar luego de un fuerte golpe que resonó en aquel sitio abandonado en el que estábamos, nuevamente estaba esa sensación extraña que me había llevado a ese lugar e inevitablemente volteé y la vi.
Una mujer muy linda, pero con la cara llena de moretones por los golpes que había recibido, sin decir nada y con Jungkook siguiendo mis pasos regresé para hablar con las personas que habían comprado las armas esa noche.
- ¿Esa chica es pareja de alguno de ustedes? - pregunté viéndola fijamente, mientras ella se encogía ante el temor, era evidente que había sido secuestrada.
- No, es mercancía que acabamos de comprar - dijo uno de los tipos y sentí mi estómago revolverse al escuchar cómo la llamaba "mercancía".
- Quiero comprarla - en ese momento escuché a Jk detrás de mí protestando por lo que estaba por hacer.
- ¿Estás loco? ¿Por qué comprarías a una persona? - preguntó enojado.
- ¿Cuánto quieren por ella? - ignoré las quejas de Jungkook, daría lo que me pidieran con tal de llevarla conmigo.
- El precio es bastante elevado, chica latina, guapa, obediente y virgen, es el premio mayor, ¿está dispuesto a pagar bien por ella? - ni siquiera sabía por qué seguía ahí preguntando por esa mujer, pero no la iba a dejar con ellos y menos luego de escuchar el golpe que le dieron.
- Dame un número - exigí con la poca paciencia que me caracterizaba cuando estaba en público.
- No lo sé, lo pensaré - contestó el que supuse era el jefe de todos los hombres que se encontraban ahí.
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Compras de medianoche (Mafia +18)
FanfictionLa vida es injusta con las personas equivocadas, TN lo tuvo claro luego de ser secuestrada y terminar en un país totalmente alejado del suyo, lejos de su familia, sus amigos y de todo en realidad. Pero tal como la vida puede ser injusta, también es...