TN
Al día siguiente me encontraba saliendo del lugar donde me habían tomado las fotografías para el pasaporte y donde se encargarían de conseguir todos los permisos que necesitaba para salir de Corea del Sur y regresar a mi vida, estaba bastante emocionada que aún a mis 27 años me comportaba como una niña pequeña.
- ¿Necesitas algo para tu regreso?, ¿o quieres ir a comprar algo para llevarle a tus padres? - me preguntó Hoseok viendo cómo admiraba todo a través de la ventana de la camioneta - sé que no estás aquí en un viaje de placer, pero puedo encargarme de que los días que te restan aquí los pases de una forma agradable, paseando, de compras, no sé, haciendo algo que quieras - lo miré con cierta duda.
Si bien era cierto que no había llegado hasta ese lugar de la mejor forma posible, también era cierto que podría disfrutar un poco, pero no quería aprovecharme más de la amabilidad que me estaban otorgando.
- No quisiera dar más molestias, estoy bien - respondí sin voltear a verlo.
- No estarías molestando, yo te lo estoy ofreciendo y si no te molesta, podría llevarte yo mismo... Para asegurarme de que estés segura - luego de escucharlo por fin le dirigí la mirada.
- ¿De verdad? - no sabía qué más preguntar.
- Claro, podemos comenzar ahora mismo, con nosotros viene suficiente gente para cuidarnos - miró al hombre que conducía, al que iba en el asiento de copiloto y aunque no estaba segura, sabía que había más de una camioneta siguiéndonos.
- Está bien entonces, prometo que cuando Jungkook me deje en mi casa le enviaré con él todo el dinero que le debo hasta ahora y lo que gaste hoy, quiero llevarles algo a mis padres para que no sientan que estuve lejos por algo tan desagradable - sonreí un poco, desde el día anterior me sentía un poco más tranquila con él a pesar de nuestro inconveniente por los gritos que me dio.
- No hace falta, tómalo como un regalo de mi parte en compensación por lo de ayer - miró a otro lado, seguía apenado.
- No tendría que compensar nada, ya le dije que lo de ayer no fue para tanto - aseguré, pues también me sentía avergonzada por lo sucedido.
- De igual manera quiero que sea un regalo de mi parte, para ti y tu familia, así que vamos - le dio al chófer indicaciones de llevarnos a algún lugar que no entendí.
- Gracias señor - sonreí a penas.
- Llámame Hoseok - fue lo último que dijo en ese momento.
Pasamos la tarde paseando, me llevaron a un centro comercial a comprar algunos regalos y aunque fingí no darme cuenta pude ver a Hoseok tomándome fotografías, no sabía para qué las quería, pero no iba a quejarme, no me disgustaba.
De regreso a casa me sentía rara, toda la tarde sentí que alguien nos había estado viendo y aunque había disfrutado de un poco de aire fresco y salir de las paredes en las que me había recluido en últimas fechas, tenía un mal presentimiento y por lo que pude notar, a Hoseok le pasaba lo mismo, porque se la pasó muy a la defensiva por momentos.
Pero al menos regresamos bien al atardecer y pude descansar tranquila sabiendo que estaba a pocas horas de volver a mi ciudad natal.
Tres días después, y a un mes desde haber llegado a la casa de Hoseok, me encontraba saliendo de la que fue mi habitación durante ese tiempo, con una maleta con la que no había llegado, con una pequeña y linda transportadora que Jungkook me regaló para que Copito viajara conmigo y por supuesto, con documentación falsa para poder salir del país.
Llegué a la sala y aunque anhelaba poder irme, algo se sentía mal, era como si al partir estuviera dejando una parte de mí y quise pensar en que era real, después de todo había pasado bastante tiempo ahí y probablemente el agradecimiento era lo que hacía que me sintiera de esa manera.
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Compras de medianoche (Mafia +18)
FanfictionLa vida es injusta con las personas equivocadas, TN lo tuvo claro luego de ser secuestrada y terminar en un país totalmente alejado del suyo, lejos de su familia, sus amigos y de todo en realidad. Pero tal como la vida puede ser injusta, también es...