Compras de medianoche (Mafia +18)

22 - El ciego y el enamorado

TN

Habían pasado 3 días luego de la sesión de fotos que organizaron para mí y estaba muy feliz por ello, había sido un gran detalle de parte de todos, pero sentía que debía agradecer un poco más a Hoseok pues era demasiado amable conmigo y se preocupaba mucho por mi bienestar aunque no tenía que hacerlo.

Me encontraba sentada frente a la ventana pensando en el tiempo que tenía viviendo en esa casa, con personas ajenas a mí y lejos de mis padres y mis hermanos, a los cuales extrañaba más que nunca aún cuando hablaba con ellos con mucha frecuencia.

Ya no era consciente de cuánto tiempo había pasado desde que salí de casa sin saber que no iba a volver, al menos no en un buen tiempo y me preocupaba estar acostumbrándome a estar lejos, además de que seguía en mí el sentimiento de culpa por disfrutar de la vida que estaba llevando con Hoseok, además, llevábamos al rededor de 5 días actuando como si fuéramos novios y eso sólo lograba confundirme y por ello, todo el tiempo me preguntaba cosas como ¿estoy sintiendo algo por él?, pero por mucho que lo pensaba nunca lograba tener una respuesta.

Llevaba demasiado tiempo sentada en el mismo lugar, con el celular frente a mí reproduciendo un video tras otro y no fue sino hasta que en uno de esos videos escuché algo que llamó mi atención que pude volver a la realidad.

"Todos hemos actuado ciegamente por amor, pero la única diferencia entre el ciego y el enamorado es que el ciego sabe que no puede ver".

De momento esa frase no tuvo mucho sentido en mi cabeza, la repetí y analicé una y otra vez hasta que pensé en que yo nunca me había enamorado y quizá por esa razón no lograba entenderla, pero fue cobrando sentido cuando pude responder a mi propia pregunta y entendí que sí estaba sintiendo algo por Hoseok, no podía ser amor, eso era una locura, pero entonces al haberme encariñado al menos un poco de él podía entender lo que esa frase decía y hacer consciente el hecho de que estaba pasando por alto muchas cosas que eran incorrectas por la forma en que me sentía cuando estaba con él, por lo mucho que me gustaba, quizá no estaba un punto en el que actuaba ciegamente, pero en definitiva algo de eso había en la forma en que justificaba todo a mi alrededor.

De alguna forma quería entregarme por completo a los sentimientos que estaba teniendo, pero no era lo mejor, ni mi decisión más inteligente, sobre todo cuando no sabía qué era lo que él sentía por mí, quizá sólo me trataba bien por lástima o probablemente sólo era por el sexo, pero no había indicios de que él sintiera por mí algo como lo que yo estaba comenzando a sentir.

Y entonces al darme cuenta de todo eso entendí que lo mejor era irme, Angely había mencionado hace unas semanas que era probable que me fuera luego de su fiesta, pero nadie me había dicho nada y esperaba con ansias el momento en que alguno me dijera que era oficial y que debía regresar, pero por más que pasaban los días nadie lo hacía, quería ser yo misma quien lo preguntara o lo pidiera, pero no podía ser tan mal agradecida insinuando que quería largarme cuando todos en ese lugar me trataban tan bien.

Escuché a Jungkook y Angely gritar desde la planta baja anunciando que habían llegado con la comida y suspiré sintiéndome de lo peor, no quería hacerlos pasar un mal rato con mi actitud, así que sólo pude fingir una sonrisa, intentado que no fuera ridícula, pues nunca había sido buena mintiendo ni ocultando cuando me sentía mal.

Bajé y me encontré con los tres poniendo la mesa, los saludé y luego, en total silencio les ayudé con las cosas que faltaban y supe que mi plan no saldría como según yo debía salir, pues mientras ellos hablaban de algo a lo que no pude prestar atención, yo sólo jugaba con la comida que había en mi plato sin ser consciente de ello.

HOSEOK

Estábamos comiendo y hablando de lo bueno que sería llevar a TN a dar un paseo por alguno de los palacios cercanos para que viviera la experiencia de usar un hanbok, no le había dicho aún que en dos días por fin podría llevarla yo mismo de vuelta a su país, así que intentaría hacerla salir a conocer más de Seúl antes de que eso pasara, pero parecía estar ensimismada, pues no importaba lo que dijéramos o quién le hablara, ella no nos escuchaba.