24 - Noche de despedida

97 38 61
                                    

TN

Creí que una vez que saliéramos de casa de los padres de Hoseok regresaríamos a la suya sin embargo no fue así, se desvió a medio camino y aunque no quería hablar con él, tenía curiosidad de a dónde iríamos.

- ¿No iremos a tu casa? - pregunté mientras veía lo concentrado que estaba al conducir.

- No, ayer te dije que íbamos a salir, recuerda que hablamos incluso de que necesitarías ropa cómoda - hice un repaso en mis pensamientos y recordé esa conversación.

- Cierto - contesté.

- ¿No lo recordabas? - me miró unos segundos.

- La verdad no, lo lamento - no me contestó, así que supuse que estaba molesto - ¿a dónde iremos? - pregunté en un intento de aminorar la incomodidad y el mal humor que sentíamos los dos.

- A dar un paseo - contestó serio.

- Ok - no supe qué más decir, así que como muchas otras veces sólo miré hacia la ventana y admiré el camino.

Llegamos a uno de los tantos palacios que había, rentó un par de hanboks y aunque eran hermosos, la tensión entre nosotros hacía que ninguno disfrutara de nada a nuestro alrededor.

Aún así Hoseok insistió en que tomáramos algunas fotografías como un recuerdo para mí, pero conforme pasaba el tiempo, más incómodos estábamos y al menos por mi parte, era porque tenerlo cerca y saber que no correspondería a mis sentimientos me hacía sentir mal, tenía muchas ganas de llorar, para ese punto estaba más que convencida de que me había enamorado de él y que alejarme debería ser la solución para dejar de pensar en que existía la posibilidad de tener algo más con él.

Entrada la tarde sólo quería encerrarme en la habitación a llorar porque a pesar de querer ver a mi familia, también quería quedarme con Hoseok como su pareja, mi corazón estaba dividido entre lo bueno y lo malo, entre regresar o quedarme y sobre todo entre mis sentimientos y los que Hoseok seguro no tenía por mí.

- ¿Podemos irnos? - pregunté casi al borde de las lágrimas, pero intentando mantener toda la tranquilidad posible para no evidenciarme.

- ¿Te sientes mal? - Hoseok me miró preocupado y la cara de molestia que tuvo durante gran parte del día se fue.

- No, sólo estoy cansada - mentí.

- Está bien - caminamos tranquilos hasta donde debíamos entregar la ropa que llevábamos puesta.

Unos minutos después ya estábamos entrando a casa, los dos en completo silencio, y aunque me moría de ganas por un abrazo suyo y llorar hasta el cansancio, lo único que hice fue caminar con la intención de llegar a mi habitación para poder llorar sola.

Estaba por llegar a las escaleras cuando Hoseok me habló y me sentí aún peor, era algo como un sentimiento de rechazo de su parte.

- Voy a cancelar la cena que tenía planeada para hoy - me dijo y volteé a mirarlo sin creer lo que estaba diciendo.

- ¿Por qué? - detuve mis pasos y lo miré demasiado dolida.

- Porque no te sientes bien y para ser honesto, siento que no me soportas y no me quieres cerca, así que no tiene sentido que vayamos a un lugar si vamos a terminar regresando al poco tiempo - para ese punto ya no pude resistir más el llanto.

- Lo siento, pero yo... - no sabía qué era lo que debía decir, así que mentí un poco al respecto - no estoy molesta contigo y no es que no te soporte, bueno, en parte sí lo es, pero es porque no me siento bien y no porque no te quiera cerca - comencé a titubear - es decir... Yo... Sólo extraño a mi familia y realmente quiero verlos - dije, y aunque no era del todo mentira, eso no era lo que más me agobiaba.

Compras de medianoche (Mafia +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora