Capítulo #17

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"El fuego arde, quema, destruye. Inflige daño, dolor, consecuencias devastadoras, pero yo; yo me volví esclava del fuego, me hice adicta de las quemaduras, amé la destrucción que causa, las consecuencias que deja. Yo me enamoré del caos, de la destrucción, me enamoré de tí."

—Te Amo

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—Te Amo.

—No debías amarme —susurro, aunque ella ya no me escucha.

La observo detenidamente, tan frágil y delicada. ¿Está esto bien? No soy de arrepentirme de mis decisiones pero esto, esto no estaba en mis planes. Joder yo no quería, buscaba, ni mucho menos necesitaba esto pero sin embargo ha conseguido atraparme.

Dejo de pensar en ello, justificándolo con el hecho de que lo dijo en un estado donde no estaba precisamente consciente; pero sabiendo con exactitud que si me ama, tal vez y yo tampoco esté lista para dejarla después de todo, aunque sea muy egoísta.

Sí, esa soy yo.

No se me permite involucrarme con ella, eso representaría estar fuera de la misión pero siento que mi corazón está a punto de perder esta guerra y aún no se que hacer para evitarlo.

En mi cabeza se formulan tantas preguntas y ninguna respuesta. Sentir que lo que está bien se vuelve mal y lo que está mal puede ser un bien. ¿Por qué tanto irme como quedarme parece estar bien y al mismo tiempo mal? ¿Destrucción y al mismo tiempo armar sus partes? ¿Dolor y a la vez felicidad? ¿Luz al tiempo con oscuridad?

Un sinfín de sinsentidos llenan mi mente y ponen alerta a mis demonios. Me revienta no tener ninguna maldita respuesta, ni siquiera pensando en mí.

Pensando sólo en mí quedarme es algo que trae un sinfín de consecuencias e irme, digamos que irme, irme sería lo más sensato; pero es que ella, ella es ese toque de paz, ese toque de calma que tranquiliza a mis demonios pero a la misma vez la fragilidad que los pone alerta y la locura y pasión que los alborota.

Pensando por ella lo mejor también sería marcharme de su vida, delegar esta parte a alguien más, pero, ¿por qué se me hace tan difícil irme? Porque soy una egoísta, sí, es cierto.

Una narcisista de mierda que la quiere sólo para mí, una que quiere que cada parte me pertenezca aunque no vaya a estar, una que quiere ser su seguridad, una que no quiere que nada la lastime sabiendo que irónicamente, soy quien tiene el mayor poder para hacerlo.

De cierta forma también siento miedo, miedo a terminar haciéndole más daño del que pueda reparar; por eso siempre debió ser sin sentimientos. Nos habríamos divertido mucho así, los sentimientos lo complican todo.

Cuando decidí entrar a la organización renuncié a tener cualquier vínculo emocional a futuro. Estaba tan devastada en ese momento de mi vida, que pensé que nunca más volvería a sentir y ahora está sobre mi cama la chica que está poniendo en duda todo mi futuro.

Completamente Suya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora