Una nueva integrante

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El tiempo había logrado que muchas tomaran su lugar. La ciudad cada vez lucia mas como una, con algunos dejos de escombro por aquí y por allá. La intensidad de la guerra había diezmado considerablemente y las pocas que aun se mantenían, por lo general, eran en la frontera con La Federación, por lo que la ciudad lograba mantenerse como un sitio seguro.

Hoy era un día especialmente importante para una parejita, dos personas que podían decir que la espera finalmente había terminado.

Tu ibas por delante de Keegan, tu mano estaba envuelta en la de él, guiándolo por las pequeñas calles mientras esquivabas al resto de las personas. Querías llegar pronto a destino y ver con tus propios ojos aquella belleza. Keegan por su parte se dejaba completamente por ti, ni siquiera trataba de luchar para que redujeras tu velocidad. El comprendía lo emocionada que estabas y esta, como otras muchas veces, dejaba que te salieras con la tuya.

Otra razón por la que Keegan iba más despacio era porque llevaba en uno de sus brazos una caja, era un presente. Tú le habías dicho muchas veces que no podían llegar a un lugar con las manos vacías, que siempre era bueno llevar algo. Y dada la ocasión, era mas que necesario llevar un presente.

Una vez que se detuvieron frente a la puerta, tocaste en repetidas ocasiones, asegurándote de ser escuchada por sus dueños. Estos gestos tuyos siempre causaban una pequeña risa en su rostro, a veces le parecías una niña.

Cuando la puerta se abrió, Logan les recibió a ambos con una cálida sonrisa. Les dio la bienvenida, dejándoles pasar al interior de su hogar, una hermosa casa que tenía una gran similitud con aquella en la que vivió en el pasado junto a sus padres y hermano.

—Sabía que no tardarían en llegar — Logan te dio un suave abrazo, estrechándote cariñosamente mientras que a Keegan le dio la mano, en un firme apretón de manos.

—No había manera de que no viniéramos, alguien estaba muy impaciente — la mano, ahora libre, de Keegan te revolvió el cabello suavemente, sin querer despeinarte realmente.

—Me lo imagino, Keegan — el menor de los Walker te dio una pequeña sonrisita — Ve arriba primero, _________________. Sophia ya debe estar igualmente desesperada por verte —

Asentiste, dispuesta a marcharte, pero Keegan te retuvo un momento antes.

—No olvides el regalo, cariño — te hizo entrega de la caja.

—¡Cierto! Gracias — te inclinaste sobre el y le diste un beso en la mejilla rápidamente para luego subir casi corriendo por las escaleras y perderte en el segundo piso.

—Como han cambiado las cosas...— miraba fijamente a Keegan, quien no dejo verte hasta que desapareciste de su rango.

—Demasiado, diría yo — bajo la mirada un tanto apenado. Aun le costaba eso de ser "descubierto" u "observado", no le molestaba como tal, simplemente estaba trabajando en eso de ser mas abierto con sus expresiones y afecto público. Cosa que se te daba mucho más fácil a ti.

—De verdad me alegro por ti Keegan...así era como imaginaba que terminarían las cosas, aunque por un momento nos hiciste a todos creer lo contrario — comenzó a caminar con Keegan hacia el área de la sala, recordando aquella vez, cuando solicito devolverte.

—Todos cometemos errores, y yo tuve la fortuna de hacerlo a tiempo — se sienta en un pequeño sofá individual mientras que Logan se sienta en el lugar contrario.

—¿Cómo vas con tus preparativos? — le da una mirada curiosa, cómplice.

—Todo en orden, "Hesh" ha sido de gran ayuda, de hecho —

¿Obligación o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora