12

63 9 1
                                    






— Alatz. ¿Vienes?

Jerry y Yamilet se quedaron viendo a su amigo que ya no caminaba junto a ellos. Alatz negó sin ni siquiera voltear, extendió su mano saludándolos.

— Adelántense chicos, en un segundo llego.

Darren bajó sus orejitas, quería estar cerquita de Samuel y no llevaban 10 minutos que ya se había separado otra vez.

Hey, levanta esas orejas, Omega. Ya podrás verlo en unos cuántos minutos. Samuel no vá a desaparecer.

Darren oyó la voz de su humano, pero no se animó. El Omega sólo vió a Samuel alejarse.

Jerry parpadeó y se encogió de hombros para continuar caminando. Yamilet volteó los ojos cuándo notó a dónde iba el Alfa y alcanzó a Jerry.

— No puedo creerlo. De verdad nos está haciendo a un lado ¿por ella? — Jerry se mantuvo callado oyendo a la Alfa —. No es una persona que Alatz frecuentaría, y lo sabemos por experiencia propia. ¿Por qué de pronto le parece interesante?

Jerry le sonrió a una chica en el pasillo y sin decir una palabra entró al gimnasio con Yamilet siguiéndolo.

— ¿No vas a decir nada?

Jerry miró a Yamilet.

— ¿Sobre qué? — preguntó el Omega.

— Uh, déjame pensar... Sobre Alatz tal vez, yendo detrás de esa... esa...

— ¿Esa Omega?

Yamilet asintió.

— ¿Debería decir algo? Es su vida, si le gusta la chica que se lo diga y pruebe cómo le vá.

La Alfa mayor lo miró confundida, suspiró agachándose para abrir su mochila.

— Nunca voy a entender cómo funcionan ustedes dos. Un día parece que se aman y al otro...

— Nos amamos. — afirmó el Omega —. No veo cómo lo cambia que él quiera tener una novia. No somos pareja ó algo. — comentó Jerry sacando su botella de agua y la ropa que usaría para gimnasia.

— ¿Y lo dices así? Son todo un caso.

— Yo diría que somos... mejores amigos y ya.

La morena chistó y comenzó a amarrar su cabello.

— Mejores amigos, si claro.















¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.














— Aylin. — llamó Alatz, quién sonrió para sí mismo cuándo la chica volteó.

Samuel se mantuvo erguido, su cola no se movía y sus orejas estaban elevadas. Su humano era bastante estúpido la mayoría del tiempo, pero tenía que acompañarlo, aunque no quisiera.

ALATZ II // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora