4

90 17 4
                                    










Un nuevo día se asomaba en la casa de los Osorio.

No tocaban las 8 de la mañana y Joaquín ya se encontraba estresado.

- ¡Porfis! - exclamó Alatz siguiendo a su madre por toda la casa.

- ¡Abdiel! ¡Ven, cachorro! - llamó Joaquín y exhaló cansado al encontrar la mochila de Abdiel bajo la mesa.

Joaquín se agachó y levantó la mochila, la colocó sobre la mesa y volteó a mirar a su hijo mayor que llevaba siguiéndolo desde que terminaron de desayunar.

- No puedo llevarte conmigo, Alatz. Trabajo con niños, no creo que a sus padres les guste que estés dando vueltas por el lugar. - Joaquín caminó en la otra dirección y justo atrapó a Abdiel que pasaba corriendo por el pasillo - Te tengo, cachorro.

- ¡No mami, no quelo peinarme! - renegó el Alfita dejando caer su peso, logrando que Joaquín se incline, porque lo tenía agarrado del brazo.

Alatz hizo una mueca e inclinó la cabeza cuándo su hermanito empezó a gritar y a sacudir las piernitas, todo para que Joaquín lo suelte.

El Omega suspiró, se agachó y levantó a su pequeño en sus brazos, llevándolo cómo pudo dentro de la cocina. Joaquín sentó a Abdiel sobre la mesa, le acomodó la ropita y el delantalito mientras el cachorrito se removía.

- Amor, mírame. Mira a mami, bebé. - El niño detuvo sus movimientos con un puchero - Se vé que estás enojado, hoy no quieres peinarte... ¿ó sí? - preguntó Joaquín usando un tono dulce, un poco infantil.

- No, mami...

- ¿Porqué es que no quieres peinarte?

- Haces así mucho rato. - explicó Abdiel pasando su manito por su cabello, cómo si se estuviera peinando.

- ¿Tardó mucho tiempo en peinarte? - Abdiel asintió.

- Mucho tiempo. - repitió el niño.

- Um, entiendo. ¿Qué te parece si jugamos una carrera hasta el baño? Hacemos todo muy rápido, ¿vamos a ver quién llega primero al peine?

Abdiel dejó salir una risita traviesa. Joaquín dejó al pequeñito en el suelo y éste salió disparado a buscar el peine, seguido de cerca por Joaquín que sólo caminaba.

- Mamá, mamá, mamá... - repetía Alatz detrás de Joaquín - Di que sí, di que sí, di que sí...

Por la luna, Joaquín. Contestale al chico. 🐺

Joaquín se giró para responderle a su hijo, pero Abdiel llegó corriendo hasta él, con el peine.

- ¡Aquí! - exclamó el Alfita levantando el peine con una sonrisa enorme, Joaquín lo felicitó.

- Ahora voy a peinarte, ¿me dejas probar si puedo romper mi record?, ¿será que puedo peinarte más rápido que ayer? - Abdiel lo pensó unos segundos y luego asintió con una sonrisa -. Prometo hacerlo rapidito.

- Lapidito. -repitió el castañito.

Joaquín le sonrió y miró a Alatz con la misma mueca, sólo que relajó su ceño.

- Alatz, no vamos a tener ésta conversación otra vez, amor. Dije que no, no puedes acompañarme.

- ¿Porqué...? - se quejó el Alfa, viendo cómo Joaquín levantaba a Abdiel y lo sentaba en el sillón para peinarle el cabello.

- Ya te lo dije. No quiero que los padres se quejen porque dejo que gente se pasee por el lugar, amor.

- Vamos, mamá. Me quedaré en tu oficina, no quiero quedarme solito todo el día otra vez.

ALATZ II // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora