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-Hola mi princesa, ¿como estasChula?

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-Hola mi princesa, ¿como estas
Chula?

César entró y al verlo le sonreí tierna, con mi mano dando palmadas al ladito de mi en aquella cama tan cómoda del hospital.

-Hola bebé, ¿cuando llegaste?

Le pregunté acurrucandome en su pecho cuando el se acomodó, -Hace poquito chula, queríamos llegar de sorpresa hoy, pero-

-Ya sé, no sé qué me pasó-Dije haciendo un puchero, estremeciendome al recordar la escena en mi departamento

-No recuerdas nada luego de haberte dormido?

-No, pero si me dio miedito machin'

Dije y lo miraba, note como soltaba un suspiro nervioso, y me hacía leves caricias en mi espalda baja

-Amor, tengo que contarte algo-Dijo
y yo apenas asentí, curiosa-El doctor dijo que te hicieron una ecografia y una cirugía rápida...

-Si, si me dijeron eso nomas'

-Pero, la causa de que te hicieran todo eso es que-Hizo una pausa, suspirando-Estabas embarazada, mi amor, tuviste un aborto espontáneo.

Mi mundo se derrumbó en ese mismo instante.

Estaba. Embarazada.

Estaba.

Aborto.

Llevé la mano a mi boca, ahogando un grito doloroso, soltando lágrimas sin control, César me cubrió con sus brazos, acurrucandome en su pecho y escuche como sollozaba.

-Por que? Yo no-

-Tranquila mi amor, no es tu culpa hermosa.

-No César, no, yo ni sospeche, no pude cuidar a mi bebé, nuestro...

El nudo en mi garganta era cada vez más grande, mi voz era débil y mis lágrimas nublaban mi vista

Los minutos se pasaban y mis lágrimas se calmaron, quisiera que la culpa y decepción dentro de mi igual.

Una enfermera tocó la puerta, pasando con una sonrisa educada -El horario de visitas se terminó, pueden visitarla mañana por la mañana, que talvez le sea dado de alta.

César asintió, secándose sus lágrimas y me miró, dando caricias en mis mejillas secando las mías delicadamente-Mañana temprano vengo y nos vamos a casa juntos, princesa.

Asentí con una sonrisa débil, dejo un beso en mi frente -Te amo infinito, mi vida.

-Te amo infinito, bebé.

Dije con una voz débil y lo mire irse, la enfermera me sonrió dulce -Quieres tomar un aire, linda? 

-Si, me encantaría. - Dije y ella me ayudo a levantarme, sentándome en una silla de ruedas y luego me llevo hasta un jardín lindo, chocando con el fresco aire del atardecer.

El sol de la media tarde se escondía tímidamente en el cielo mientras lo pintaba de colores rosados e rojizos, iluminando cada flor en aquel bello jardín además de mi piel.

La enfermera se acercó hacia otros pacientes que estaban reposando hay, dejandome sola, consumiendome en mis pensamientos.

Forzandome a recordar pequeños detalles. Mi período menstrual estaba atrasado, los dolores de cabeza que sentía, los vómitos, los mareos.

Todo indicaba que estaba embarazada, pero mi mente estaba tan consumida en otras cosas que no me di la atención que merecía.

Si, es mi culpa.

César no se merece esto.

Yo no tuve la atención suficiente, el cuidado, no cuidé a mi bebé.

Lágrimas se deslizaban por mis mejillas mientras admiraba el bello cielo y me envolvia con mis brazos.

⤜⤛

El bello atardecer se había tornado noche y con eso, el amanecer soleado se asomaba por la grande ventana de aquella habitación donde esperaba ansiosa por el doctor que me daría de alta.

-Buenos días señorita Alabarcess, algún problema durante la noche?- Llego el doctor con un expediente en sus manos, mirándome atento y atrás de el apareció César.

¿Era un problema no haber podido dormir por llorar durante toda la noche?

-Ninguno, dormí muy bien.

Dije con una sonrisa educada, mientras César se acercaba a mi con una mochila en sus manos.

-Hicimos nuevos exámenes y como todo indica que estas totalmente bien de salud, te permitimos irte a casa a descansar.

Luego, me dio una hoja de medicamentos y instrucciones de reposo y cuidados para los próximos días.

-Ven chula, vamos a bañarte.

Dijo agarrando delicadamente mis manos, acompañándome hasta el baño de aquella habitación que al desvestirme dejó caer el água fria en mi cuerpo estremecido.

El me estaba enjabonando cuando sin querer tocó la herida que tenia en mi vientre, que al verla, mi pecho dio un vuelvo y gemi por el dolor.

Las horas se pasaron y estábamos en el auto, de camino a mi departamento, el silencio que no era para nada incómodo se hacía presente, su mano acariciaba mi pierna.

Al llegar, subía las escaleras con cuidado y al abrir las puertas de mi apartamento, todos nos esperaban hay.

Mi mirada recorría todo el lugar, sorprendida, pero con una sonrisa que con solo verlos, apareció. Daniel, Dylan y Nicole estaban a un lado de la puerta cuando el mas pequeño corrió para abrazarme, Cristhian estaba grabando con una sonrisa, Andrea tenía un ramo de girasoles en sus brazos y Carlos estaba en la isla de la cocina junto con Lillian con una torta.

César sonreía mirándome y me dio un ramo de tulipanes rosados, mis favoritos antes de los girasoles, que no sabia de donde había sacado pero mis ojos brillaron al verlo, dejando un beso tierno en sus labios.

-Muchas gracias, mi vida.

-Sabes que por ti haría de todo, mi vida.

-Te extrañamos, tía!

-Solo me fui dos días, Dylan-Dije riendo mientras dejaba un beso delicado en su frente.

Andrea se acercó a mi recibiendome en un abrazo apretado para luego darme el ramo de girasoles - Gracias güera!

-No es nada, enana!

Reimos y luego abraze a todos, que me recibieron con cariño y abrazos apretados.

Con ellos junto a mi, olvidaba todo el caos por el que paso.

Curaban heridas que ellos ni siquiera se imaginan que tenían.

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Besos! 💋

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⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

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𝙀𝙨𝙖 𝙨𝙤𝙣𝙧𝙞𝙨𝙖 - 𝘊𝘦𝘴𝘢𝘳 𝘗𝘢𝘳𝘳𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora