[Vivamos felices y comamos perdices]
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17 𝓬𝓲𝓽𝓪𝓼 𝓬𝓸𝓷 𝓮𝓵 𝓮𝓷𝓮𝓶𝓲𝓰𝓸
└───── •✧✧• ─────┘—¿Quiere que los resultados lleguen a su correo electrónico?— preguntó la recepcionista, la azabache asintió y le dio sus datos —Muy bien, le enviaremos un mensaje cuando tengamos listos sus resultados— colgó la llamada y miró su habitación, era un completo desastre.
Aún era temprano, la boda sería a las 6 pm en el salón de eventos de un prestigioso hotel. Tenía tiempo de pasar por su vestido a la tintorería, debía asistir a la cita de maquillaje con Emma y Yumi; era un día muy ocupado. Se dispuso a recoger todo lo que estaba encima de su cama, desayunaría y tomaría un baño.
Hoy era un día muy importante.
El más importante para Hina, hoy era su boda.
Después de un año, al fin contraería matrimonio con su prometido.
Y Yasuda era una de las damas de honor, junto con Emma y Yumi.
Los meses habían pasado volando desde aquel incendio donde creyó haber muerto, durante un par de semanas su rostro anduvo por las redes sociales puesto que le había gritado a un bombero que lo amaba, no conforme con ello, lo besó en frente de un centenar de personas. Y todo quedó documentado en video, incluso salió en las noticias, su rostro estaba censurado pero en las redes sociales se mostraba su cara al descubierto.
Gracias a Dios la gente olvidaba rápido.
Salió de la ducha y envolvió su cabello en una toalla, debía secarlo. Haría un poco de tiempo mientras se preparaba el desayuno, buscó el pan en su alacena y se topó con un frasco de mermelada de piña. Oh Dios, ella la odiaba, pero era la favorita de su novio.
Su novio.
Ryohei Hayashi era su novio, ya llevaban un año juntos, sonaba algo irreal ¿no? Incluso a ella aún le costaba creérselo, se veían a menudo, ella dormía a veces en su departamento y Ryohei igual; pasaba los fines de semana a su lado. Hacían las compras juntos, trataban de viajar seguido; estaba viviendo en un espejismo que nunca consideró una realidad.
Ni en sus sueños más locos pensó que podría convivir con Ryohei Hayashi de esa forma, tal vez cuando era una adolescente si pudo llegar a imaginar ese tipo de destino. La Yasuda de 17 años era una cría que creía en el amor verdadero y esperaba un príncipe azul, pero se le asignó un pandillero gritón.
Tampoco se quejaba, ella amaba a ese torpe cabeza hueca. Y sabía que era mutuo, Hayashi le había demostrado un montón de veces que así era.
Era feliz.
Volviendo al trabajo, el diseño del vestido de Hina fue exhaustivo durante los últimos meses antes de la entrega, pasaron tantas cosas que la boda de su amiga se pospuso durante un año. Habían tantos arreglos que preparar, sin embargo hoy era el gran día.
A su negocio le iba bien. Pronto imaginaría una nueva sucursal en la zona comercial de Shinjuku, tenía sastres y modistas que le ayudaban; el viento soplaba a su favor. Sin embargo, debido al estrés tuvo algunos colapsos que terminaron en desmayos, no estaba alimentándose bien y había desarrollado un poco de anemia.
El día anterior fue a hacerse exámenes de laboratorio a orden de su médico de cabecera. No obstante, no podría recogerlos debido a su apretada agenda, era la boda de una de sus mejores amigas, santo cielo, el mundo podía volver a girar después de que Hina se casara.
Secó su cabello fijándose en la hora, lo más probable es que no le diera tiempo de almorzar. Por lo que desayunó algo pesado, seguramente vería a Ryohei cuando ya fuesen a la boda; dado que él también tenía cosas que hacer.
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17 citas con el enemigo
Fanfiction¿Ella? Lo aborrecía, la mínima mención de su nombre lograba hervirle la sangre. ¿El motivo? Una cita. Una cita que terminó en desgracia durante su adolescencia, ahora que lo tenía frente a ella ¿debía vengarse? ¿Podía aceptar tener 17 citas con...