Mi destino es Amarte

12: Tù eres mi luz

-------Izuku----

Desde que tuve uso de razón mi padre y mi madre son el ejemplo de una unión omega y alfa, esta se basaba en siempre respetar a tu esposo, vivir para el y solo importa el. Pòr lo que tuve una educación muy estricta. Mis brazos tenia pequeñas laceraciones por los golpes con la regla. Pero a la tierna edad de 12 años me presente como omega, por lo que el rey Midoriya no era nada feliz al no tener un buen espécimen alfa para que gobierne el imperio.

Un día a mis 13 años mi padre trajo a mi hermanastro de 17 años, es un chico peliblanco con una piel tan pálida y unas ojeras tan marcadas que tenia un aspecto tétrico y malvado, el cual se llama Tomura, es un hijo ilegitimo del rey con una prostituta.

Mi madre le pidió una explicación de porque trae ese bastardo al castillo. El monarca la golpeo y el grito que era una mujer árida ya que no le pudo darle un alfa de buena casta.

Desde ese día mi madre no salía de su cuarto, me ignora y lloraba cada vez que me vei. Me culpaba de su infelicidad. Por lo que no tenia ninguna presencia paterna en mi vida, eso fue aprovechado por mi hermanastro, tenia cierta actitud posesiva sobre mi persona y si no le hacia caso el me castigaba ya sea dándome latigazos en mis pantorrillas y brazos o ahogándome mientras el miraba como lloraba. A el, le gusta verme sangrar o llorar. Nunca paso los limites de querer algo mas de mi. Solo es feliz torturándome. En eso se parecía el príncipe y el monarca ya que los dos tiene personalidades sádicas y crueles.
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Me sentía tan malditamente perdido, abandonado y sin valor, solo quería morir salir de esta vida asquerosa que me toco. Al momento que tuve 18 años mi padre con una sonrisa en su rostro me miro de pies a cabeza y me dijo ya es tiempo que te cases Izuku y seas de utilidad para la familia y además deja de comer que estas muy gordo. Me quede callado como omega tengo que ser lindo, sumiso, fresco, femenino y sobre todo delgado.

Es por ello que se que tengo un severo desorden alimenticio, puedo estar días sin comer, pero cuando, los abusos de mi hermanos son tan constante. Necesito comer cantidades inmensurables para llenar un vació que siento. Pero al momento de saber que engordare corro al retrete y vomito. El dolor que siente mi garganta por el ácido gástrico me hace recordar que todavía estoy vivo.

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La situación en la casa empeoro, las deudas se acumulan y los recursos de la Monarquia Midoriya esta desapareciendo por culpa de la guerra contra los leones, aunque estamos bien en sus conquista la tierra ultrajada es desértica. Mi padre me exigía seducir al conde Guepardo de nuestro reino, por lo que tuve que hablarle de buena forma y insinuarme a un hombre de 56 años malhumorado y viejo. Me case con el y según las indicaciones de mi padre, tenia que encontrar las escrituras de las tierras de diamante y carbón del sur del estado Esmeralda. Al momento de falsificar y obtener un poder sobre esas tierras, cuando el vegete estaba tan intoxicado por opio, alcohol y mujerzuelas, me divorcie de èl, ridiculizándole por su impotencia.

Esa fue el modo operandin de mi padre me case 2 veces màs, solo para ganar información o para conquistar la mitad de un reino. Nunca tuve la oportunidad de conocerlos o tener una experiencia marital con ellos, ya que si lo hacia habría una terrible consecuencia, mi hermanastro es muy posesivo, el siempre sabia que tipo de comida consumía, mi desorden alimenticio , mi terror a los establos y sobre todo que vestimenta utilizo, por lo que si no seguía sus ordenes.

-El con una gran sonrisa me decía Izuku podemos ir a caminar al lago a ver los patos, al momento en el que decía eso, era seguro que me llevaría al establo a golpearme con un látigo.
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En la tarde del 28 febrero, cuando estamos almorzando. Con una sonrisa mi Padre hablo.

-Izuku estoy pensando casarte con el príncipe del reino Leonidas. Al fin destruiré a esos mal nacidos Leones.

-Es un gusto seguir sus ordenes majestad - dije de manera mecánica mientras el me miraba feliz y solo asintió.

-Por el dios Sol como puedo tener un hijo tan maravilloso, te espero por la tarde en mi oficina no te olvides hijo.

Yo sonreí mientras aceptaba las ordenes, mientras estaba sentado en el regazo de mi hermanastro. El muy miserable tocaba las heridas que tenia en mis piernas mientras acercaba su mano llena de sangre a su boca. Yo solo fingía comer mientras sentía que quería vomitar, llorar, gritar que parar, pero el con un rostro amable dijo, mi amado Izuku te regalo este patito de oro para que siempre pienses en mi y no te sientas solo.

Yo solo fingí alegría y asombro, dije muchas gracias por su atento favor su majestad lo atesorare toda la vida. Un gran escalofrió recorrió mi cuerpo cundo tuve en mis manos el patito de oro.

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La primera impresión de mi esposo no fue tan buena, temblé al momento que vi su mirada tan aterradora, sobre todo su inmersa altura que me dolió el cuello al momento de mirar su semblante serio, pero también tenia que aceptar que tiene un bello rostro con unos ojos tan rojos como los rubíes, piel bronceda, una mandíbula marcada y su cabello rubio cenizo. Por lo que el es tan atractivo como un dios griego, sin embargo el me ignoro, miro la pluma y firmo nuestra acta de matrimonio, mientras volvía sobre sus talones para salir de la capilla.

La primera semana sabia que todos en su casa me harían un infierno, sin embargo yo estaba feliz por que por fin soy libre de esos miserables que me toco por familia. Aunque mi esposo tuviera una fama de sádico me sorprendió que el nunca me trato mal, me degradara o impusiera sus deberes maritales.

El vivía lo mas alejado de mi, y para mi eso era una desventaja. Necesitaba llamar su atención. Por que mi objetivo es sobrevivir. Al principio lo visitaba ocasionalmente pero èl siempre me evitaba, eso me frustraba no importaba cuanto me esforzaba èl solo me ignoraba, Hasta el día en el que me perdí en el bosque, su semblante preocupado y aliviado cuando me encontró fue reconfortante. Sentí que por lo menos alguien se preocupaba por mi.

Me reí en mis adentros, mi enemigo me aprecia mas que mi familia. Pero al momento de explicarle por que salí al bosque, el no me creyó. Sabia que la hija del conde Puma tenia todo para ganar. Solo mirar el rostro enojo del alfa me produjo ganas de llorar, y solo rogué para no regresar a ese horrible lugar que siempre llamaba hogar (imperio esmeralda).

Quería apostar, voy a enamorar al león dorado para no regresar a mi imperio, es por ello que voy a desobedecer las ordenes de mi padre.

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Al momento que entre en el despacho del Rey Tigre, con una reverencia presente mis respetos y me arrodille. El monarca asintió, hijo te casaras con el príncipe Bakugo y tu mataras a su familia y investigaras la estructura defensiva de su palacio. Quiero matar a esos malditos leones y conquistar todo su territorio. Acuérdate Izuku si cumples esta encomienda. Te dejare en paz.

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Sabia que era mentira, ese hombre avaricioso, egoísta y injusto. Nunca me dejaría libre y siempre me casaría para usarme como una moneda de cambio. Tampoco podía decirle sobre los planes de mi padre a mi esposo. El me odia, es por ello que me viviré como el omega màs inofensivo para vivir en paz. Lo que no contaba es lo atractivo, comedido y amable que es el Alfa.