Capítulo 26

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La noche transcurrió con lentitud mientras mantenía mi vigilancia. El cielo comenzó a aclararse con los primeros indicios del amanecer, y sentí cómo el frío de la madrugada se filtraba a través de mi ropa, haciendo que me estremeciera. Mis ojos estaban cansados, pero la disciplina y la responsabilidad me mantenían alerta. Mi tarea era asegurarme de que nadie nos siguiera y que el equipo pudiera llegar a la zona de extracción sin problemas.

A lo lejos, logré divisar a Ghost, Soap y el hombre que nos traía la información. Se movían con cautela, conscientes del peligro que los rodeaba, pero no dejaban de avanzar. Sabían que el tiempo era esencial.

Me quedé unos minutos más vigilando, asegurándome de que no hubiera ninguna amenaza inmediata antes de reunirme con ellos. Cuando estuve seguro de que el área estaba despejada, me levanté y empecé a dirigirme hacia el punto de extracción, siempre atento a cualquier señal de peligro.

Al llegar, los encontré en un pequeño claro, cerca del lugar donde el helicóptero debía recogerlos. El hombre de la información estaba nervioso, sudando a pesar del frío matutino. Ghost y Soap se mantenían cerca de él, listos para cualquier eventualidad.

Ghost me miró con severidad pero con un destello de alivio en los ojos. "¿Todo despejado, Kirill?"

Asentí. "Sí, todo claro. Nadie nos ha seguido hasta aquí."

Ghost asintió. "Bien. El helicóptero llegará en unos minutos. Manténganse alertas."

La tensión en el aire era palpable. Sabíamos que no podíamos relajarnos ni un segundo. Estábamos en territorio enemigo y cualquier cosa podía suceder.

De repente, un sonido metálico rompió el silencio. Unos disparos resonaron en el claro y todos nos lanzamos al suelo instintivamente. Miré a mi alrededor, tratando de identificar de dónde provenían los disparos.

"¡Emboscada!" gritó Soap, sacando su arma y buscando un objetivo.

Ghost se movió rápidamente, posicionándose entre el hombre de la información y el origen de los disparos. "¡Kirill, Soap, cubran al objetivo!"

Los disparos venían de todas direcciones. Parecía que los hombres que buscaban al informante habían anticipado nuestra ruta y nos habían tendido una trampa. Las balas zumbaban alrededor nuestro, impactando los árboles y levantando tierra a nuestro alrededor.

Me posicioné detrás de una roca, disparando hacia las sombras que se movían entre los árboles. Cada bala que disparaba era una lucha por mantener al equipo a salvo y cumplir nuestra misión.

"¡Tenemos que llegar al helicóptero!" gritó Ghost por encima del ruido de los disparos. "¡Cubran al objetivo y muévanse!"

Con esfuerzo, comenzamos a avanzar hacia la zona de extracción. El hombre de la información estaba pálido, su miedo palpable, pero seguía moviéndose, impulsado por el instinto de supervivencia y nuestra protección.

A medida que nos acercábamos al helicóptero, los disparos se intensificaban. Los enemigos no iban a dejarnos escapar fácilmente. Logré ver el helicóptero descender, sus hélices levantando nieve y pequeñas ramas en todas direcciones.

"¡Vamos, vamos, vamos!" gritó Soap, empujando al hombre de la información hacia adelante. Ghost y yo cubríamos los flancos, disparando para mantener a raya a los atacantes.

Justo cuando parecía que íbamos a lograrlo, unos disparos certeros resonaron. En una fracción de segundo, vi cómo el arma del enemigo apuntaba directamente hacia Ghost y el hombre de la información.

Sin pensar, me lancé hacia adelante, interponiéndome entre ellos y las balas. Sentí el impacto en mi cuerpo, un dolor agudo y penetrante. La fuerza de los disparos me hizo perder el equilibrio y caí por la pendiente de la cumbre de la montaña en la que estábamos.

Mientras caía, todo se volvió borroso. Sentía el dolor irradiar desde el punto de impacto, y la gravedad tirando de mí hacia abajo. Vi las caras de Ghost y Soap llenas de horror mientras me alejaba de ellos.

Rodé por la pendiente, golpeándome contra las rocas y los arbustos. El mundo a mi alrededor giraba y se desdibujaba. Mi vista se nubló, y el sonido de los disparos y los gritos se desvaneció, reemplazado por el zumbido ensordecedor de mi propia caída.

Finalmente, me detuve en el fondo de la pendiente. El dolor era insoportable, cada respiración una tortura. Intenté moverme, pero mi cuerpo no respondía. Sentí cómo la oscuridad comenzaba a envolverme, y mi conciencia se desvanecía lentamente.

"¡Kirill!" Escuché la voz de Ghost, pero mi cuerpo no respondía.

"¡Debemos ir a rescatarlo!" insistió Soap.

"¡Y una mierda, debemos irnos! ¡Yo no quiero morir!" protestó el hombre de la información.

Un silencio se hizo de por medio, Soap esperando a que Ghost hablara. Después de un tiempo, Ghost habló.

"Debemos poner a salvo al objetivo... Kirill ya ha caído..."

Con ello, solo oí cómo el helicóptero comenzaba a alejarse. Simplemente sonreí amargamente y miré al cielo mientras tosía sangre.

La noche era malditamente hermosa. Una aurora boreal apenas perceptible se hacía presente, de un verde precioso. Era mi momento; comenzaba a ver mis 'cinco segundos', como lo llaman...

No eres un héroe... No sirves para ser un villano, ya que eres un soldado... Una arma, alguien que no está en el primer plano; una sombra, un triste pasado. Alguien distraído, inmaduro, un soldado normal sin ningún valor, que no destaca en ninguna especialidad... Ese soy yo, un espectro sin futuro alguno.

Tras La MiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora