Capítulo 6 : Entrenamiento.

30 1 0
                                    

Estaba en mi habitación mirando mi móvil mientras hacía algunas notas cuando detrás de la puerta se escuchan unos pequeños golpes sonar contra el metal de ésta. Decido levantarme y caminar hasta abrirla, donde me encuentro a mi umpalumpa favorito.

Mateo: "Vengo a hacerte una visita antes de empezar el entrenamiento".

Veo cómo pasa por mi lado, apresurado, hasta sentarse en el borde de mi cama. Suspiro y cierro la puerta, y al girarme me mira con una sonrisa socarrona.

Mateo: "Hoy nada más empezar ha sido un día algo alocado, tú y tu arte de rápido, luego lo de la enfermera... Y hablando de ello, ¿y el papelito y el bombón?"

Veo cómo alza sus cejas, yo solo ruedo los ojos. "Bueno... Se puede decir que me encontré con el teniente..."

Mateo: "¿Y qué tiene que ver él aquí?"

" Pues que le di el bombón y el papel a él... Luego salí corriendo." Levanto los hombros y me siento a su lado.

Mateo: "Me lo podrías haber dado a mí... Además, todavía no entiendo cómo no te ha crucificado, jajajaj, we, te tiene fichado."

"Ya lo sé... Es un cabrón..." Doy una leve mueca de fastidio a Mateo.

Mateo: "Más fichado te tiene la enfermera, amigo, quiere que le des una vuelta a mi parecer."

" Pues mejor que no se suba a dar una vuelta conmigo porque descarrila, aún sin arrancar". Los dos soltamos una risa al unísono.

Mateo: "Bueno, supongo que debemos irnos ya, no vaya a ser que la Parca nos lleve al lecho de muerte por llegar tarde".

Yo solo asiento y junto a él caminamos hacia la salida de mi habitación, cierro la puerta con llave y guardo ésta en mi bolsillo, los dos caminamos por los pasillos, Mateo me mira y sonríe levemente. "¿Qué tramas?"

Mateo: "Yo nada..."

Alzo mis cejas y observo cómo sigue sonriendo, solo niego y vuelvo mi vista hacia delante. Solo cuando lo hago, siento cómo el idiota toma su oportunidad para tirarse contra mí y engancharse. "¡¿Pero qué haces?! ¡Mateo, suelta!"

Intento agarrarlo para quitarlo de mi espalda mientras giro sobre mí mismo. Él sonríe y se engancha a mi cuello acercando su cara a él, abriendo la boca. "¡Mateo, no!"

Digo mientras salimos del pasillo por la puerta tropezando hacia la zona de entrenamiento. Él aprovecha y va a morderme. "¡Mateoooooo!"

Lo consigo tomar del cuello del chaleco del uniforme sacándolo de encima. Lo miro con los ojos abiertos. "¿Pero qué haces, loco?, muérdete los huevos, no me muerdas a mí".

Él solo ríe comenzando a correr hacia la zona donde supuestamente íbamos a entrenar, bajo la tutela del Teniente Ghost.

Corro detrás de Mateo, aún incrédulo por su repentino ataque. "¡Mateo, estás completamente loco!" le grito mientras alcanzamos la zona de entrenamiento. Parece que el día va a ser más alocado de lo que pensaba, especialmente con este umpalumpa travieso a mi lado.

En la zona de entrenamiento, nos encontramos con el grupo de reclutas y el Teniente Ghost, quien nos observa con una ceja alzada ante nuestro llegada algo tumultuosa.

Teniente Ghost: "¿Qué diablos está pasando aquí, reclutas?"

Señalo a Mateo, quien aún ríe por su intento de mordida. "Mi compañero y yo... Hemos tenido un pequeño percance, juguetón por así decirlo... Lo siento, señor..."

Teniente Ghost frunce el ceño, su mirada pasa de Mateo a mí. "Bueno, parece que alguien tiene demasiada energía hoy, pero os recuerdo que aquí no estamos para juegos, recluta Kirill... ¡Todos a la formación, ahora!"

Tras La MiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora