Semanas después…
La nieve continuaba cayendo sobre el pequeño claro donde la cabaña de Nikolai estaba enclavada, un lugar que se había convertido en un refugio seguro para Kirill mientras intentaba recuperar su memoria. Las semanas de terapia habían sido un proceso lento, pero constante. Bajo la guía de Nikolai y Price, Kirill había comenzado a recordar fragmentos de su pasado. Los recuerdos eran borrosos y distantes, pero algo de su vida como recluta, los primeros días en el ejército, había vuelto a su mente. Sin embargo, la claridad se detenía ahí, dejando un vacío incómodo donde deberían estar los recuerdos más recientes.
A medida que recuperaba esos fragmentos de su vida, una duda comenzó a asentarse en su mente. No era solo la falta de recuerdos lo que lo atormentaba, sino una creciente confusión sobre lo que sentía, especialmente hacia Ghost. Había algo en esa relación que no lograba entender del todo, algo que despertaba una inquietud en su pecho cada vez que pensaba en el soldado con la máscara.
Esa noche, mientras la cabaña estaba en silencio y los demás se habían retirado a sus habitaciones, Kirill decidió que no podía seguir ignorando esa sensación. Se levantó de su cama, todavía envuelto en pensamientos, y salió al pasillo. Caminó hacia la pequeña sala donde sabía que Ghost solía pasar las noches, revisando informes o simplemente sentado en silencio. Lo encontró ahí, como había anticipado, con la máscara puesta, mirando un mapa extendido sobre la mesa.
"Ghost," llamó Kirill, con una voz que intentaba sonar firme, pero que no pudo ocultar un leve temblor.
Ghost levantó la vista, sus ojos oscuros encontrándose con los de Kirill. "¿No puedes dormir?" preguntó, su tono neutro, sin rastro de emoción.
Kirill se acercó, sintiendo que su corazón se aceleraba con cada paso. "No es eso. Es que... tengo algo en mente. Algo que necesito entender."
Ghost asintió levemente y dejó el mapa a un lado, girando en su silla para enfrentar a Kirill. "Habla. Te escucharé."
Kirill se sentó frente a Ghost, sus manos nerviosas apretándose en su regazo. "Desde que empezaron a volver algunos recuerdos... hay algo que no me deja en paz," comenzó, sus ojos evitando los de Ghost por un momento. "Es sobre nosotros… sobre lo que siento por ti."
La mirada de Ghost se mantuvo firme, pero internamente, sintió un ligero nudo en el estómago. Sabía que este momento podía llegar, pero no estaba seguro de cómo manejarlo. "¿Qué es lo que te confunde?" preguntó, manteniendo su tono neutral, aunque con un esfuerzo consciente por no sonar demasiado distante.
Kirill tomó aire, buscando las palabras adecuadas. "He recordado cosas de cuando era recluta, de cuando apenas empezaba en el ejército. Y hay algo... algo que siento cuando estoy cerca de ti. Pero no sé si es real, si es algo de antes o si es solo parte de la confusión en mi cabeza."
Ghost permaneció en silencio por un momento, su mente procesando lo que Kirill decía. Sabía que el joven estaba luchando con sentimientos que aún no podía comprender del todo, y eso lo colocaba en una posición difícil. Ghost no era un hombre que se abriera fácilmente, ni siquiera a sí mismo. Pero sabía que Kirill necesitaba respuestas, y que no podía esquivar esto sin hacerle más daño.
"Lo que sientes..." comenzó Ghost, con una voz más baja y calculada, "es algo que llevas dentro, aunque no lo recuerdes del todo. Antes de que te hirieran, me lo dijiste. Pero no es algo que pueda responder por ti. Tienes que descubrirlo tú mismo, en tus propios términos."
Kirill frunció el ceño, sintiendo que había algo más en las palabras de Ghost, algo que no estaba siendo dicho. "¿Y tú? ¿Qué sientes tú por mí?" preguntó, sin poder evitar que la pregunta saliera con un tono más directo de lo que había planeado.
Ghost respiró hondo, sus ojos oscureciéndose mientras consideraba su respuesta. "Kirill... he aprendido a mantener distancia por una razón. En nuestro mundo, los sentimientos pueden ser un arma de doble filo. Pero tú... siempre fuiste diferente. No puedo decirte qué hacer con lo que sientes, pero lo que sea que recuerdes, debes saber que nunca estuviste solo en eso."
Kirill lo miró, sus ojos buscando desesperadamente alguna señal en la mirada de Ghost, algo que pudiera guiarlo. "Entonces, ¿lo que siento es real? ¿No es solo parte de la confusión?"
Ghost asintió lentamente. "Es real. Pero necesitas tiempo para entenderlo. No te precipites a sacar conclusiones. Deja que los recuerdos regresen, y cuando lo hagan, siéntete libre de hablar conmigo, cuando estés listo."
Kirill sintió una mezcla de alivio y frustración. Ghost, con su seriedad y su distancia, no le había dado una respuesta clara, pero sí algo en lo que pensar. Aún así, había un consuelo en saber que lo que sentía no era simplemente un producto de su amnesia, sino algo que había estado ahí antes, enterrado en los recuerdos que aún no lograba recuperar.
Se levantó, sin dejar de mirar a Ghost. "Gracias... por ser honesto conmigo," dijo finalmente, sintiendo que la conversación había terminado, aunque sabía que las preguntas en su mente estaban lejos de ser respondidas.
Ghost asintió, volviendo su atención al mapa en la mesa. "Estamos en esto juntos, Kirill. Pase lo que pase, estaré aquí. No lo olvides."
Kirill dio un último vistazo a Ghost antes de regresar a su habitación, con una mente aún llena de preguntas, pero también con una nueva determinación de enfrentarlas. Sabía que su relación con Ghost era más complicada de lo que había imaginado, pero también sabía que no estaba solo en el camino para entenderla.
Y mientras se acostaba, mirando el techo de madera de la cabaña, se prometió a sí mismo que, sin importar cuánto tiempo tomara, no descansaría hasta que todo en su mente estuviera claro.
[Dos capítulos (2/2) por no actualizar seguido este tiempo]
