El sonido del agua corriendo era constante, un murmullo suave que llenaba la habitación con una extraña serenidad. La luz de la madrugada apenas se filtraba por la pequeña ventana de la ducha, proyectando sombras difusas sobre las baldosas grises. Dentro, Roach estaba inmóvil, su espalda apoyada contra la pared fría, sus ojos cerrados como si estuviera en paz, pero la verdad era mucho más oscura.La navaja con la que había cortado sus muñecas yacía a su lado, el metal aún reluciente, apenas manchado con la sangre que ahora se mezclaba con el agua, creando ríos rojos que se escurrían por el desagüe. Su rostro estaba inexpresivo, congelado en un momento de liberación o desesperación.
El primero en encontrarlo fue Ghost. Al entrar en la ducha, lo que vio lo dejó paralizado. La muerte era algo con lo que él, como soldado, estaba familiarizado, pero esto era diferente. Este no era un enemigo caído en combate, sino un amigo, un compañero. Alguien que había compartido con él las más duras misiones y había sobrevivido a lo imposible. "¡Roach!" gritó, pero no había respuesta. Se arrodilló junto a él, tocando su hombro, pero su piel ya estaba fría.
Ghost apretó los dientes, luchando por contener las emociones que amenazaban con desbordarse. Y entonces lo vio. Junto a la navaja, una pequeña nota, empapada, pero aún leible. Con manos temblorosas, la tomó y la desplegó, sus ojos recorriendo las palabras escritas con una caligrafía temblorosa, pero aún firme.*"Perdí a quien me daba fuerzas. No hay más camino para mí. Pero para ustedes, aún queda esperanza. Busquen en el norte, en las sombras de Rusia. En un pequeño grupo que vigila la red. Ahí encontrarán a quien reemplazará lo que fui. No recuerdan su nombre, sufre de amnesia, pero algo en él es familiar. Quizás sea lo que necesitan para continuar. Adiós."*Ghost sintió como el mundo se oscurecía a su alrededor. La traición de ver a Roach, uno de los suyos, sucumbir al abismo, y luego la pequeña chispa de esperanza en sus últimas palabras. Se levantó con la nota aún en la mano y salió de la habitación, su mente ya planeando el próximo paso.
En la sala de reuniones, Price, Laswell, y Gaz estaban esperando. La noticia del suicidio de Roach había corrido rápido por la base, y las caras de todos reflejaban una mezcla de shock y dolor."Ghost..." comenzó Price, pero Ghost levantó una mano, deteniendo las palabras del capitán. Con voz baja, le extendió la nota.Price la tomó y la leyó en silencio, su rostro endureciéndose con cada palabra. Cuando terminó, sus ojos se encontraron con los de Ghost. "¿Qué piensas hacer?"Ghost, que rara vez mostraba emoción, tenía una resolución fría en su voz. "Roach quería que lo encontráramos. Si lo ha dejado escrito será por algo .Tendremos que movernos rápido. Si está en una red de espionaje rusa, no va a ser fácil sacarlo de allí, y menos aún si sufre de amnesia."
Price se cruzó de brazos, reflexionando. "Primero, averiguamos todo lo que podamos sobre esa red y sobre cualquier actividad inusual en la región. Luego, planificamos la extracción. Si este hombre es tan importante como Roach creía, no podemos permitirnos perder tiempo."Gaz, que había estado en silencio hasta ahora, intervino con una voz cargada de pesar. "Roach lo dejó claro. Él creía que este hombre podría ser la clave. No podemos fallarle."Ghost asintió. "No fallaremos. Por Roach. Por todos los que hemos perdido."
Y así, la misión fue puesta en marcha. El equipo comenzó a preparar su viaje hacia el frío y peligroso norte de Rusia, donde el misterioso soldado, sin recuerdos pero con un pasado que resonaba en lo más profundo, los esperaba sin saber que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.
La nieve caía en silencio, cubriendo el paisaje ruso con un manto helado. El equipo había llegado a un pueblo remoto en el norte de Rusia, un lugar que parecía atrapado en el tiempo. Aquí, entre sombras y rumores, buscaban a alguien que podría ser la clave para comprender el último movimiento de Makarov.
