XXV

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Luz

Lo primero que sacan mis manos es dinero. Hay mucho dinero. El suficiente como para tener una buena vida lejos de aquí. Lo coloco a mi lado en el suelo y vuelvo a buscar en el sobre. Esta vez saco de él un anillo, su anillo. Lo observo, cada detalle hasta ver la inscripción en su interior: "De pesadilla a sueño."

Rueda la primera lágrima por mi mejilla. Respiro hondo y continúo.

Lo próximo... son unas gafas de sol.
Esas sí las recuerdo bien, mis gafas de sol.
—Ladronzuelo —sonrío.
No puedo creer que aún las tuviera... desde ese día. Me alegra poder recordarlo.

Por último, del fondo del sobre, saco una carta.

Una carta que guarda sus últimas palabras y que aún antes de leerla vuelve un océanos mis ojos...

🎵 (Train Wreck - James Arthur)
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Ricitos negros,

Realmente espero que nunca te llegue esta carta. Parece contradictorio, pero cada vez que salgo a hacer mi trabajo ruego volver a ti. Ruego que sea yo quien vuelva a tus brazos y no ella. No sabes lo difícil que ha sido escribirla, pensar en ese momento en el que te dejaré sola y no podré cumplir con esa promesa que te susurro cada noche: "hasta viejitos". No porque no puedas seguir adelante, eres la persona más fuerte que he conocido. Lo superarás. Es que ya no podré abrazarte, ya no podré ver esos ojos grises que me llenan de luz. No puedo imaginar un mundo en el no estés. No puedo imaginar una vida sin ti.

Sabes, nunca lo digo, pero muchas veces sueño con ser alguien más, vivir en otro lugar, estudiar, tener otro empleo, otra familia. Digamos que juego a cambiar mi vida. Pero, ¿sabes lo que jamás cambia? Tú. En cada una de esas vidas te encuentro. Tú sigues siendo igual.

Porque no sé cómo no amarte. Porque no sé cómo olvidarte. Y pensar en mi muerte es obligarme a perderte. Escribir esta carta es como despedirme a pedazos. No quiero hacer eso. Pero, sé que la vida no es justa, no puedo asegurarte que no ocurrirá.

Sólo espero que puedas recordarme. Porque, los recuerdos son los únicos que podrán regresarme a tu lado. Los recuerdos son la senda que me conducirá de vuelta a tus brazos.

Espero poder ser un buen recuerdo, a pesar de las miles de peleas y los disgustos que te he hecho pasar. Espero poder ser ese recuerdo que te hace sonreír.

Espero, porque de verdad me odiaría ser uno triste. Me odiaría más de lo que me he odiado antes por hacerte llorar.

Creo que la carta ya es demasiado larga. Debería parar. Pero, aún no puedo. Siento que quiero decirte muchas cosas más. Pero, no se trata de lo que pueda escribir, se trata de que una parte de mí, la parte quiere que esto sea eterno, no quiere que termines de leerla nunca. Porque así ya me habré marchado para siempre y mi voz dentro de ti se apagará.

Te reirías si me vieras en estos momentos, me veo ridículo llorando en mi oficina, cuando me siento más feliz que nunca porque hoy he preparado una sorpresa para ti. Pero, órdenes son órdenes, debía escribirla.

Perdóname, ni siquiera sé lo que realmente debo escribir. Tal vez no sea la mejor de las cartas que has recibido. Además, siempre has sido mejor que yo con las palabras. Sólo sé que a tu lado soy el hombre más feliz del universo y te lo agradezco. Nada en nuestra historia debió ser diferente.

Cumple tus sueños, no dejes que alguien te diga lo que debes hacer. Vive libre, vive con la misma pasión con la que amo verte haciendo las cosas que te gustan. Sonríe, esa luz fue la que me hizo sobrevivir en mis días más oscuros, el mundo la necesita.

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