Bakugo se despertó en el incómodo sofá del departamento de Izuku; llegó tarde por la noche viendo dormir al peliverde mientras calificaba unas cuantas cosas, lo llevó a su habitación, se dió una rápida ducha y por fin cayó rendido en aquél sofá (qué el mismo le compró a Izuku, definitivamente lo iba a cambiar por uno más cómodo).Se levantó tronando cada hueso de su cuerpo, se dirigió al baño hacer sus necesidades, lavó su rostro y sus dientes -compró uno para dejarlo en departamento de Izuku por cualquier cosa- fue a la cocina, observó lo limpia y casi vacía qué estaba; Izuku casi no estaba en el departamento y cuando lo estaba ni siquiera quería tocar la cocina, Bakugo tiempo atrás le enseñó algunas recetas para que se defendiera y llenará su estómago, pero no lo hacía.
Bakugo sacó sus talentos de cocina y preparó un desayuno para él, Izuku y un bento para el peliverde, limpió lo que utilizó y se asomó por última vez en la recamara del pecoso el cuál seguía durmiendo como cuando lo encontró por la noche. Lo dejó dormir y salió del departamento dejando aquél lugar solo como Izuku lo encontraba de vez en cuando.
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Izuku despertó gracias al despertador qué tenía sobre la mesita, la cuál batalló para apagar por dar golpecitos al aire hasta poder tocar el botón de "apagar". Se levantó de su gran y cómoda cama (qué compró Bakugo también), se estiró, bostezo y tallo sus ojos con lentitud recordando si había llegado a la cama después de calificar todos los... ¡Los trabajos! ¡Su trabajo!, se levantó rápido de la cama con algo de torpeza por las sábanas qué tenía encima; salió de golpe y observó el escritorio qué estaba detrás de la sala completamente ordenado, Izuku extrañado se acercó y notó qué todo estaba ya en sus carpetas, todo estaba como él no lo había dejado.
Su estómago rugió cuando le llegó el aroma a comida, Izuku desde que despertaba ya lo hacía con la panza vacía, se acercó a la barra donde estaba una casuela con una nota:
"Calienta el desayuno cuando despiertes. Dejé un bento en tu lanchera, come todo, no dejes nada.
Que tengas un buen día, Izuku."
Izuku leyó atentamente la nota, suspiró un poco agotado de la misma situación; había hablado muchas veces con Katsuki qué no era necesario nada de lo que le daba.
Al principio empezó con "pequeños" regalos; primero una recomendación para que fuera profesor de la UA, después un traje para su primer día, a las semanas después un chófer aparecía afuera de la casa de su madre para llevarlo al trabajo (ya qué estaba algo retirado de la UA), después un reloj rolex de color negro con la numeración dorada.
Y otra vez lo mismo, otro chófer nuevo, cada que Izuku le decía alguna molestia; "no habla conmigo", Bakugo le conseguía uno que si lo hiciera, a las semanas Izuku decía: "Habla mucho...", y de nuevo lo cambió. No es que Izuku fuera delicado, más bien el quería saber hasta donde llegaría el rubio y por qué exactamente.
Un día Izuku decidió hablar con Bakugo y decirle que era suficiente, no más regalos caros, no más chóferes, el simplemente se conseguiría un carro cuando ahorrará bien, cuando se sintiera cómodo de manejar uno, Bakugo obviamente se quejó y soltaba maldiciones por la negación del peliverde.
A las semanas después, cuando Izuku regresaba a su casa vió un camión de mudanza y sus cosas, se asustó qué entró corriendo a buscar a su madre, pensó lo peor, pero cuando vió a la peliverde contenta se sintió extraño, la saludó con un abrazo y la miró preocupado.
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Otsukaresama - Bakudeku
FanfictionIzuku Midoriya actual profesor de la UA. Katsuki Bakugo actual héroe profesional con su propia agencia, que fue creada con un título un tanto curioso en memoria de sus dos mejores héroes. --------- Warnings ! ◇ - Contenido Homosexual. - Ship princip...