12

101 15 6
                                    

—¡Kacchan, espérame! —Izuku seguía a Bakugo con prisa viendo como se alejaba.

—Eres un Deku.

—¿Eh? ¿Kacchan?

—Sí, Deku, un bueno para nada, sin don, mírate te crees el valiente pero ni te puedes defendier a ti mismo.

Bakugo empujó a Izuku tirándolo al suelo, reírse y dejarlo solo, a pesar de que el pecoso se levantó y seguía corriendo detrás de él gritando su nombre, el rubio nunca quiso voltear.

—¡Kacchan! ¡Espérame!

...

—Kacchan...

...

—Kacchan...

...

—¡Kacchan!

Bakugo abrió sus ojos, estaba sudando y con su respiración agitada. Su vista se fue enfocando poco a poco a su al rededor hasta ver al pecoso a su lado mirándolo preocupado, al parecer era un mal sueño, pero no había podido despertar...

—¿Kacchan? —Izuku habló bajito tocando la mano de Bakugo para llamar su atención, lo cual obtuvo; lo miró y fue controlando su respiración, el pecoso sonrió por eso. —Eso es, solo fue una pesadilla, estás bien.

Bakugo no decía nada, estaba... molesto, muy molesto consigo mismo, ahora estaba inestable, no se sentía digno de nada, el fue cruel, el fue un idiota, el mismo se lo dijo desde que entró a la UA, ocho años y pensó torpemente qué darle de todo al pecoso, cambiar con él, por él, todo lo que le hizo iba a desaparecer... qué ingenuo.

Se levantó dejando a Izuku en el sofá, entró al baño, lavó su cara y se miró unos segundos en el espejo, odiaba aquella mirada, odiaba su aspecto, no porque tuviera baja autoestima, sino que esa persona que se veía en el espejo, fue uno de los causantes de las dificultades de Izuku, si fuera su yo de antes, claro que diría "ese Deku está por delante de mi", pero era verdad, Izuku Midoriya siempre estuvo por delante de todos y no poder sostener su mano cuando se le dió oportunidad, soltó un gruñido. Terminó de hacer sus cosas, cuando salió del baño Izuku se levantó y se acercó con el con una pequeña sonrisa, dios, esa sonrisa que tanto quiere, que tanto deseó ver, pero... no se sentía digno.

—Kacc-

—Me tengo que ir.

—¿Uh? —Izuku miró el reloj, sabía que Bakugo no tenía horarios fijos en su agencia. —¿Hay mucho trabajo?

—¿Qué?

—En la agencia... por eso te vas.

—No, no iré a la agencia.

—Oh...

Oh...

—Pero...

—No quiero hablar.

—Pero Kacchan...

—No Izuku. No es NO —Alzó su voz y se acercó al pecoso.

Izuku retrocedió con torpeza, su cuerpo tembló y su rostro estaba impresionado; cosa que no fue agradable para Bakugo.

Bakugo suspiró, se acercó lentamente, cuando vió qué Izuku retrocedió un poco, lo miró fijamente.

—Izuku, ven.

—N-no...

—Izuku.

—Se te hace tarde...

—Izuku Midoriya —Sentenció el rubio.

Otsukaresama - BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora