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Izuku despertó con miles de mensajes y llamadas de mucha gente; sus compañeros de la UA. El emocionado comenzó a mover a Bakugo despertandolo con emoción.

—¡Kacchan, kacchan, kacchan! MIRA, MIRA, ME ESTÁN LLAMANDO.

—Joder... qué ruido... —Se quejó tapando su cabeza con la almohada.

—¿Qué hago? ¿A quién le contesto primero? No, ¿qué les digo? ¿Necesitaran ayuda? Ay no, ¿Y si pasó algo? ¿Por qué todos me escriben? KACCHAAAAN~

Bakugo suspiró, sabía perfectamente porque esos idiotas le escribían a su Izuku, se levantó con demasiada lentitud qué eso desesperó al pecoso. Una vez que estuvo sentado sobre la cama, giró su rostro para ver el de Izuku; estaba emocionado, preocupado, inquieto, era una cosita adorable.

—Izuku, todo está bien. Quizás quieren saber como estás o yo que sé. Relájate, son tus compañeros, no son la jodida reina de Inglaterra.

—Kacchan, no seas grosero, eran nuestros compañeros.

—Eran unos extras y lo siguen siendo.

Izuku se rió mientras rodaba sus ojos.

—Aún así... me alegra que hayan escrito... es... es bueno tenerlos de vuelta, ¿no? —Izuku se quedó mirando su teléfono con una pequeña sonrisa.

Bakugo sabía lo difícil que era para Izuku decir esas palabras, sabía que ocultaba sus verdaderas emociones al saber que gente como ellos regresaran como si nada.

Suspiró de nuevo y lo atrajo a él, de reojo miraba la cantidad de mensajes qué le llegaban al pecoso. Acomodó su rostro sobre su pecho y acarició su cabello rizado en forma de consuelo y apoyo.

—¿Cómo te sientes?

—Feliz.

—¿Quieres dormir otro rato? Quizás cuando estés más calmado puedas responderles algo divertido, ¿Te parece?

—Sí...

—Vamos a dormir otro rato más, no te preocupes por las notificaciones ahora.

Se acomodaron para dormir de nuevo, Bakugo lo atrajo hacía el sin dejar sus caricias para calmar al pecoso qué estaba demasiado callado, sabía perfectamente que él no estaba dormido aunque aparentara, aún así el no lo presionó hablar.
Bakugo estaba muy molesto, hicieron sentir mal a su Izuku y no se los perdonaría.

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—¡No!, ahí no van los postres, deben separar los postres, las botanas, bebidas y comida. Todo debe quedar perfecto. —Dijo Mina mientras hacía anotaciones de todo.

—Entiendo tu entusiasmo, pero dudo mucho que Midoriya vea esas cosas. —Jiro dejó las cajas sobre el suelo mientras la miraba con una mueca.

—No creo que sea por Midoriya. —Se río Uraraka dejando cajas también.

—Bakugo...

—¡Waah! ¿DÓNDE? —Brincó Mina viendo a todos lados.

—No, me refiero a que Bakugo es el que va a ver las cosas. —Denki estaba jugando con su teléfono.

—Idiota... Sero, por favor.

—Sí ya voy... —Suspiró mientras amarraba a Denki en la silla y le ponía una cinta en la boca. No era ser malos, pero el muchacho no ayudaba y solo asustaba a la alterada de Mina.

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⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

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