Comencemos

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Sabrina fue encerrada en una habitación, nadie entendía el brote psicótico que había tenido o qué escondía en su angelical apariencia.

Shane, aunque debilitado, caminó conmigo al bosque donde ya todos se encontraban ahí.

Sin vacilar Denis vino derecho hacia nosotros y agarró a Shane por la camisa.- Dime que no hiciste lo que sentí que hiciste, por favor.- yo carraspeé a su espalda.

-Si puedes dejar de comportarte como un mundano promedio y me escuchas...- de a poco soltó su agarre a Shane y este último no dejaba de sonreír.- Prosigo. Salvé a Shane de Sabrina. Sí, hizo lo que sentiste que hizo, pero ¿Shane?- me volví hacia él.-¿sentiste algo por ese beso?- él negó con la cabeza.

-Mira Daniel, soy su amigo, me salvó la vida. Sabes lo que significa un beso de agradecimiento para nosotros.- Denis volteó los ojos.-A demás.- Prosiguió.- Deja que Megan haga lo que quiera, maldito bipolar. Que estás, que no estás, que eres su guardián y luego algo más. Madura, por Dios, tienes más de 400 años...- no pude evitar comenzar a reír por la situación, al fin alguien lo ponía en su lugar.

-Tú...- me señaló Denis y comenzó a acercarse peligrosamente hacia mi.- Que se pudran las reglas de ser un maldito guardián.- dijo en un susurro inaudible para los demás pero peligrosamente cerca de mí, y en un tono hostil, llevando un escalosfrío a todo mi sistema nervioso. Quedé un rato imnotizada por la cercanía...

Recobré la compostura y poco a poco me separé de él sin entender a lo que se estaba refiriendo.- Bien...- suspiré.- A lo que venimos...- me acerqué hacia el grupo.

-Todos confiamos en ti Megan, ¿Qué debemos...- miró para todos sus compañeros.- ...hacer?- me miró con curiosidad Shane. 

-¿Todos están al tanto de lo que pasa?- asintieron.

-Me encargué de que lo sepan.- dijo un serio Denis, asentí.

-Por algún motivo, mi padre no me ha matado aún y algo es diferente conmigo. Tenemos que averiguar sus planes.- miré buscando aprobación y Bharat con su voz de anciano habló.

-Las guerras comienzan cada 20 años, esta guerra comenzó antes, en el momento que su novena hija murió, naciste tú, algo cambió en ese instante. La guerra tomaba una pausa de 3 años antes de volver a tener otra descendiente, pero contigo la guerra continuó sin descanso.- hizo una pequeña pausa.- Lo que no ha cambiado es su estrategia y los puntos en los que suele atacar. Tiene muchos aliados, incluso los puede haber en la academia...- concluyó.

-¿Y cómo nos fiamos de todos si hay intrusos?- pregunté.

-Fácil.- dijo Sansón.- Mira, aquellos con descendencia demoníaca como los brujos son más propensos a dejarse tentar por el discurso de Alejandro.- junté mi entrecejo.

-Pero eso no tiene sentido, los mataría de igual manera y yo misma soy mitad brujo.- el centauro asintió.

-Sí, pero esa parte no la dice. Hay que convencerlos.- hizo una pausa.- Megan, tienes que demostrarles de lo que eres capaz, y creo saber cómo lo haremos. Tu fortaleza es ser mestiza- miré curiosa.

-Creo que sé a lo que te refieres, viejo amigo...- dijo Bharat.- Las guerras, como dijo Sansón, tienen un patrón... debemos dirigirnos al reino de lady Yrsa; protectora del páramo que divide el reino de los elfos y los brujos. Ahí es donde invadirán primero...- tomó aire y giró en mi dirección, se acercó hacia mí y apoyó su mano en mi hombro.- querida, tu liderarás esta guerra, y tú serás quien haga el mayor trabajo. Puedo sentir tu poder, el árbol te fortaleció y tú fortaleciste esta tierra... por eso, es que la academia estará a salvo mientras vivas y no estés físicamente aquí.- asentí.

-Bien...-suspiré por enésima vez en el día.- Llegó la hora. Debemos reunir a la mayor cantidad de guerreros que podamos.- miré a Bharat.- Envíen mensajeros al páramo, necesitaremos la mayor cantidad de aliados posible.- todos asintieron y de a poco se dispersaron.

Denis se quedó a mi lado, lo miré.- ¿Estás bien?-dijo notando mi semblante desanimado.

-No lo sé... tengo miedo... quiero salvar a todos, pero no siento que haya tenido realmente tiempo para aprender lo necesario.- tragué saliva antes de continuar.- Estoy enojada, Denis; mi vida dio un giro de 360 grados y todos parecen tan tranquilos... hay muchas cosas que no entiendo ¿por qué yo? ¿Qué me hace diferente?¿Por qué no me trajeron aquí antes?- Denis se limitó a abrazarme.

-Oye... confío en ti, confiamos en ti, ¿sí?- asentí.- no me voy a ir nunca de tu lado, te lo prometí y lo voy a cumplir hasta mi último aliento.

-Maldito ángel... nunca te entiendo.- el rió.

-Tú me diste un motivo para luchar Meg...- besó mi frente y me miró a los ojos. Simplemente sonreí pero por mi cuerpo corría ese miedo de poder perderle en esta batalla... una batalla sobre la que había leído en todos lados pero jamás pensé participar en una. Sabía que no podía estar con él, alguna regla lo impedía, pero lo quería, y estaba enamorada...

-Supongo que nuestro lado humano, aún siendo "criaturas mágicas", nos lleva, irrevocablemente a las guerras...- dije, a lo que Denis negó.

-Los revoltosos siempre son los que más ruido hacen. No pierdas esa esperanza... Nuestra naturaleza siempre se inclina a la bondad.- sonreí, ahora con regocijo.

Tomé un suspiro y nos adentramos en la academia, todos los estudiantes estaban esperando en la puerta de la entrada, esperando que yo dé mi veredicto, ya todos estaban informados.

Calmé mis nervios y con una imponente voz, comencé a hablar.-¡Alumnos y maestros de nuestra academia... Yo, Megan Adiuvat, hija del tirano Alejandro Adiuvat y causante de todos los males que actualmente habitan nuestro mundo y, el de los mortales, he declarado la santa guerra a mi progenitor...!- tomé aire para continuar.- ¡Ya basta de derramar sangre inoscente, esta guerra de más de 190 años, por egoísmo y codicia de un solo brujo, tiene que parar!- mi voz comenzó a levantarse, mis alas a desplegarse y mis ojos a brillar.- He visto el futuro... y para que los reinos sigan en equilibrio... tengo que terminar con su vida. Pero no podré sola...¿¡Quién... está... CONMIGO!?- Las palabras resonaban y colmaban de estruendo todo el lugar, las personas aplaudían y mostraban su apoyo hacia la batalla...

Yo por mi parte... estaba aterrada.


Academia De Magia "La Profecía De Megan Adiuvat"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora