-¿Qué? no puedes salir con él.- dijo alterado Denis persiguiendo mis pasos por toda la casa.
-Puedo y voy a hacerlo.- dije volteándome para encontrarlo muy cerca mío.
-No, no puedes...- bajó su tono mirándome directo a los ojos.
-Yo...- me sentía acorralada, mi pulso iba a mil. Intenté apartarme, pero es como si mi cuerpo quisiera que algo pasara. Comenzó a acercarse, y yo no podía detenerlo.
Un estruendo en la parte de abajo me hizo pisar tierra y apartar a Denis de delante mío. Bajé a toda marcha, pero ahí no había nada... ni nadie.
-Sí voy a ir.- comenté cuando sentí que Denis estaba a mi lado sin apartar la vista del lugar.
-Como quieras...- dijo con frialdad.
Volteé para verlo alejarse.
Fui a trabajar y el grupo de chicos que me molestaba ya estaban ahí.
"Genial" pensé.
Me coloqué el delantal y fui a atender a las otras mesas, para hacer tiempo. Cuando llegué a surgieron los mismos comentarios, pero esta vez...
-No la molesten.- dijo Max cortando con sus comentarios.-Prohibere molesta est, et.- (Dejen de molestarla).
-Non possum curam me.- (Puedo cuidarme sola) dije sin saber que podía hablar ¿¡Latín!?
Los ahí presente solo miraban sin entender nada.
-Probare illud.- (Demuéstralo).
-Est provocatione.- (Es un reto). Él asintió.
-¿Qué hacen ustedes dos?- cortó uno de sus compañeros.
-¿Qué van a ordenar?- contesté evadiendo su pregunta.
-A ti, muñeca.- el sujeto a mi lado dijo y, antes de que su mano pueda posarse en alguna extremidad de mi cuerpo la sostuve con fuerza.
-Eso no está en el menú. No te pases.- y la solté con brusquedad, habría llegado a colmar mi paciencia.
Max sonrió de lado.
-Lo de siempre.- dijo sin más.
Luego de lo sucedido nadie me molestó por el resto del día y en mí cabeza solo rondaba una pregunta ¿Cómo carajos hablé en Latín?
Llegué a mi casa, agotada, sin poderme el cuerpo.
Lo único que quería era dormir, o ver a mi hermanito. Las dos cosas me recargaban de energía.
Pero, cansada y todo, estaba teniendo uno de mis episodios.
Sin saber qué hacía, mi cuerpo salió disparado hacia mi habitación. Denis se encontraba ahí, no había bajado cuando llegué. Solo observaba mis movimientos.
Una hoja y un lápiz era lo único que necesitaba, pero esta vez utilicé algo de color.
Estaba sudando, no sabía que dibujaba, solo tenía visiones, visiones que simplemente se borraban conforme el lápiz tocaba la hoja y trazaba figuras. Terminé colocando la fecha y mi nombre y antes de ver qué había hecho, me desmayé.
-¡Megan!- gritó Denis cuando me caía rendida.
Desperté desorientada, nuevamente en mi cama.
-¿Qué paso?- pregunté a Denis que me miraba sosteniendo una taza de té.-¿Qué es esto?
-Te desmayaste teniendo uno de tus crisis. Esto es té, uno especial.- miré extrañada hacia su dirección mientras tomaba un sorbo. Él se acercó con un paño húmedo y lo pasó por mi frente. Su mano bajó hasta mi mentón.
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Academia De Magia "La Profecía De Megan Adiuvat"
Ficção AdolescenteLos ángel son parte de historia de libros, son los enviados de Dios. Pero, los ángeles no se pueden ver, no son reales, son producto de lo Libros ¿No? Entonces, ¿Qué estoy viendo en éstos momento? ¿Qué tentación es la que lleva a estrecharme entre s...