Academia De Magia "La Profecía De Megan Adiuvat"

¿Quién es Max?

Me desperté desorientada y apagué la alarme. Me sobresalté al darme cuenta que había dormido "toda la noche" y nadie me llamó para terminar.

Bajé buscando a Denis, pero no estaba. Lo único que encontré fue una nota suya en mi mesada.

"Ya guardé tu ensayo en tu mochila, no quería molestarte y no te llamé. Ah, y atrasé tu alarma para que duermas un poco más. Buenos días". 

Ese hijo de...

Bien, no podía hacer nada ya. Nunca me percaté de que mi alarma había sonado a una hora distinta. Subí a toda velocidad a bañarme y me cambié con lo primero que encontré.

No tenía tiempo de desayunar, así que solo agarré mi bolso, me monté en mi bicicleta y marché hacia la escuela.

Llegué a la primera clase, historia. Ojalá no me baje tantos puntos por mi ensayo...

Abrí mi bolso y saqué el ensayo. Me sorprendió el detalle que tuvo de colocarlo en una carpeta. 

Volteé la carpeta para ver las hojas y...¿Otra nota?

"Siento tener que haber cambiado tu ensayo, habían cosas que estaban mal y tu caligrafía se había corrido cuando te quedabas dormida". 

Mi cara decía solo una cosa en ese momento, miedo.

-Megan ¿Estás bien?- dijo delante mío uno de los muchachos del "grupo que me molestaba". De ellos, el único que no me molestaba. Simplemente asentí.

No me dio tiempo a revisarlo y la profesora ya me lo estaba pidiendo.

-Señorina Williams.-

-No lo hice, perdón...- la señora me miró con desaprobación.

-Es mentira.- se apresuró a decir el muchacho y me arrebató el ensayo de las manos.

-¿Por qué me mientes, Megan?- las miradas habían recaído sobre mí. Me encogí en mi asiento.

-Perdón...- fue lo único que pude decir.

-¿Estás loco?- grité en un susurro al tipo de adelante.

-Sí, pero más lo estás tú, que no quieres entregar tu trabajo.- sonrió.

-No es mío...- miró extrañado.

-¿Entonces?- reaccioné.

-Ay, ni siquiera te importa, no te conozco.- extendió su mano.

-Max, un gusto.- la estreché dudosa.

-¡Basta de charla!- nos retó la profesora dándose vuelta para reprochar a todo el salón. 

La hora terminó, guardé mis apuntes y prácticamente huí de ahí.

Llegando a mí taquilla un cuerpo me hizo chocar. Mantuve la postura y lo miré.

-Tú...- estaba furiosa.

-¿Por qué me miras así? Deberías estar agradecida.- negué.

-¿Por qué? ¿Por mandar mi trabajo a la basura? Me esforcé por terminarlo.- me aparté de ahí.

-A mí también me costó terminarlo, para que sepas.- bufé

-Por favor, Denis, no me jodas... espera ¿Ellos pueden verte?- asintió.

-Es verdad, no me costó. Estuve ahí, sé lo que pasó.- cerré mi taquilla con brusquedad.

-Por favor...- repetí.- No me jodas.- me fui de ahí.

La biblioteca se encontraba abierta, así que quise aprovechar para sacar un par de libros. 

La bibliotecaria no se encontraba. "Qué raro" pensé.