Capítulo 4

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Lan Sakura saludo al emperatriz, tal ves se le hizo raro verlo fuera de su habitación, pero le alegraba verlo, nunca pensó que el emperatriz Nie fuera a buscarla, ya que ella sabía que los emperatriz y los príncipes o princesas no se llevan bien.

Al siguiente día, Jiang Cheng y Nie Mingjue regresaron a sus tierras, los del pueblo revivieron con los brazos en alto al emperatriz, estaban feliz de que haya vuelto. A Nie Mingjue no le importo y se fue a su habitación, Jiang Cheng decidió no tomarle importancia al comportamiento de su esposo, de seguro estaba cansado.

Así pasaron los días, hasta llegar a meses, Jiang Cheng no entendía porque su esposo no le daba atención, se le hacía muy raro su comportamiento, pensaba que ya no lo amaba, por eso se comportaba así.

¿Que pasa si me deja de amar? ¿El compromiso se terminará?

Varias preguntas iban a su cabeza. Decidido salir al pueblo a caminar un rato y despejar su mente, pero no podía sacarse esas preguntas de su cabeza.

A lo lejos vio que los de las tierras Jin estaban llegando, pero solo vio a Jin Guangyao, cosa que se le hizo bastante raro para Jiang Cheng. Intento acercarse para ver que hacía Jin Guangyao en las tierras Nie.

Vio que Jin Guangyao entraba al palacio Nie, nunca pensó que su amigo Jin Guangyao fuera a las tierras Nie, ahora estaba más confundido, pero lo más raro que se le hizo fue que fuera al palacio, y ni siquiera le aviso que vendría.

Decidió seguirlo para ver a dónde se dirigía, sabía que era de mala educación espiar a la gente, pero tenia curiosidad por su amigo y de porque fue al palacio sin avisar.

Jiang Cheng vio que Jin Guangyao estaba hablando con su esposo Nie Mingjue, no oía de lo que estaban hablando, pero veía que se estaban divirtiendo, su esposo estaba muy cerca de su amigo, demasiado cerca para ser amigos.

No le agrada que Jin Guangyao estuviera cerca de su esposo, así que intervino en su platica. Se acercó a su amado, mostrando una sonrisa, pero por dentro estaba celoso.

–¡A-Cheng, que gusto verte!– Saludo Guangyao, muy feliz de volver a ver a su amigo–

–Hola, A-Yao– Saludo normalmente, sin mostrar afecto hacia el–

–A-Cheng, ¿por qué lo saludas de manera fría? Es tu amigo– Preguntó Mingjue, algo confundido por cómo le respondió–

–No lo respondí frío, así responden los emperatrices cuando están casados– Respondió, intentando que no notaran que estaba celoso–

–¿A si? Yo eh visto a emperatrices que no actúan de esa manera– Dijl Mingjue, con un tono serio–

–No todos los emperatrices son así, Mingjue– Finalizo, para irse a sentar en una silla, tenía que mantenerlos vigilados, no le gustaba para nada como se comportaban su esposo y su amigo–

(*・∀・*)

Lan Xichen estaba con sus padres, estaba feliz de que hayan vuelto de las tierras Jin, veía que su hermana estaba más feliz de lo normal, cosa que le pareció extraño, pero supuso que era porque le gustaron las tierras.

Lan Abraham, padre de Lan Xichen, estaba feliz de ver a sus hijos, todavía no se acostumbra a estar lejos de ellos, pero sabe que son mayores y que se pueden cuidar.

Xie Diego, madre de Lan Xichen, está feliz de volver a su palacio, extrañaba las tierras Jin, pues siempre fueron sus favoritas, era mejor amigo de Jin Guangshan, aunque fuera un mujeriego se llevaban bien.

El loto divorciado [Un omega engañado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora