𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋 • Alexia Putellas

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟕

𝐄𝐋 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌Á𝐓𝐔𝐌

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Amelia

La mañana después de mi confrontación con la familia real fue como caminar sobre cristales rotos. Cada paso era doloroso, cada mirada me recordaba el conflicto que enfrentaba. Sabía lo que estaba en juego, pero no estaba preparada para el ultimátum que me esperaba.

Fui convocada nuevamente al despacho de la reina. Esta vez, el ambiente era aún más tenso. Los rostros de los consejeros reflejaban seriedad, y mi madre me observaba con una mezcla de determinación y tristeza.

-Amelia, debemos hablar de tu futuro -comenzó la Reina, su voz firme pero cargada de emociones contenidas.

-Madre, por favor... -intenté interrumpir, pero ella levantó la mano para detenerme.

-No hay más discusiones, Amelia. Ha llegado el momento de tomar una decisión. O terminas tu relación con Alexia, o te comprometes a cumplir tus deberes como futura reina, o renuncias a tu derecho al trono y a todos los privilegios que conlleva -dijo, su voz resonando en la habitación como un martillo.

El silencio que siguió fue abrumador. Sentí como si el aire se hubiera vuelto más denso, como si estuviera luchando por respirar. Mis manos temblaban mientras luchaba por procesar lo que acababa de escuchar.

-Madre, no puedo... no puedo elegir entre Alexia y mi deber hacia la corona. Es injusto -dije finalmente, mis palabras, casi un susurro.

-Es la realidad, Amelia. No podemos permitir que una relación tan controvertida afecte la estabilidad de la monarquía -respondió ella, con su tono inflexible.

Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. Sabía que este momento llegaría, pero nunca esperé que fuera tan pronto, ni que fuera tan doloroso.

-Madre, entiendo tus preocupaciones. Pero no puedo renunciar a Alexia. La amo y mucho -dije, mi voz temblando de emoción.

-Entonces, Amelia, debes ser consciente de las consecuencias de tus decisiones. Esto no solo te afecta a ti, sino a toda la familia, a todo el país -dijo la Reina, su mirada penetrante.

Mis emociones estaban en guerra dentro de mí. Por un lado, mi amor por Alexia, mi deseo de vivir una vida auténtica y verdadera. Por otro lado, mi deber hacia mi familia, hacia mi país, una carga que había llevado desde que era una niña.

-No puedo... no puedo tomar esta decisión ahora -murmuré, sintiendo que mi mundo se desmoronaba.

-Entonces, Amelia, el tiempo no está de tu lado. Debes elegir pronto. No podemos esperar para siempre -dijo mi madre, su tono más suave ahora, pero aún firme.

Asentí, sintiendo una oleada de desesperación. Sabía que no podía mantener esta situación indefinidamente. Pero tampoco podía imaginar mi vida sin Alexia.

Cuando salí del despacho, me dirigí a mi habitación. Cerré la puerta con cuidado y me dejé caer en la cama, abrumada por el peso de mi elección. ¿Cómo podía elegir entre dos partes de mi vida que eran igualmente importantes y queridas?

Tomé mi teléfono y llamé a Alexia, necesitando desesperadamente su apoyo.

-Amelia, ¿qué ha pasado? -preguntó ella, su voz llena de preocupaciones.

-Alexia, me dieron un ultimátum. Me pidieron que elija entre estar contigo y renunciar al trono. No sé qué hacer -dije, las lágrimas fluyendo libremente ahora.

Hubo un momento de silencio al otro lado de la línea antes de que Alexia respondiera.

-Amelia, estoy aquí para ti, pase lo que pase. Pero entiendo que esta decisión es tuya y solo tuya. No quiero que te sientas presionada por mí.

-No es presión, Alexia. Es amor. Pero... ¿cómo puedo elegir? -pregunté, mi voz rota por la angustia.

-Tómate tu tiempo, Amelia. Piensa en lo que realmente quieres, en lo que es más importante para ti. Sea cual sea tu decisión, estaré a tu lado -dijo ella; su voz era suave y reconfortante.

Pasé el resto del día sumida en mis pensamientos, sintiendo la presión de la decisión que se avecinaba. Sabía que mi elección tendría consecuencias profundas, no solo para mí, sino para todos los que me rodeaban.

Esa noche, mientras miraba por la ventana hacia el jardín del palacio, supe que no podía posponer más la decisión. Debía enfrentar mi futuro, enfrentar el dolor y la incertidumbre, y encontrar una manera de seguir adelante, sin importar lo que significara para mi corazón.

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▪ Parece ser que Amelia ya ha tomado una decisión.

▪ ¿Qué creéis que pasará ahora?

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▪ Que golazo de Alexia hoy en el Gamper.

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