𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟒

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𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀𝐓𝐄𝐆𝐈𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐂𝐎𝐑𝐎𝐍𝐀

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Amelia

La presión sobre mí para encontrar una solución que satisficiera tanto a la corona como a mis propios deseos se intensificaba cada día. Los asesores reales, preocupados por el impacto continuo en la imagen de la monarquía, propusieron un compromiso que implicaba aceptar discretamente a Alexia en mi vida, lejos de los reflectores y sin afectar públicamente la imagen tradicional de la familia real.

-Amelia, entendemos tu situación y admiramos tu valentía al hablar públicamente sobre tu relación con Alexia. Sin embargo, creemos que sería prudente manejar esta situación con discreción. Podemos encontrar maneras de integrar a Alexia en tu vida de manera privada, sin comprometer tu posición o la imagen de la monarquía -me explicó uno de los asesores reales durante una reunión en el palacio.

Me encontraba sentada en una silla alta, enfrentándome a los consejeros con una mezcla de determinación y frustración. Habían estado debatiendo posibles estrategias durante horas, tratando de encontrar un equilibrio entre mis deseos personales y las expectativas públicas.

-Lo siento, pero no puedo aceptar eso -respondí con firmeza, mis manos apretadas en mi regazo. Sentía la urgencia de hacerles entender mi posición, aunque eso significara desafiar sus consejos.

-Amelia, comprendemos tu posición, pero debemos considerar el impacto a largo plazo en la monarquía y en la estabilidad del país. Tu relación con Alexia ha generado opiniones encontradas y estamos tratando de encontrar la mejor manera de manejar esta situación delicada -dijo otro consejero, con una voz medida pero insistente.

Mis pensamientos se agitaron mientras contemplaba las palabras de los consejeros. Sabía que sus preocupaciones eran válidas y que cualquier decisión que tomara tendría implicaciones profundas para mí y para la monarquía.

-Entiendo sus preocupaciones, pero mi amor por Alexia es real y significativo. No puedo simplemente relegar nuestra relación a las sombras. Creo que es importante ser honesta y transparente sobre quién soy y lo que siento -respondí, buscando mantener mi postura sin desafiar abiertamente su autoridad.

La habitación quedó en silencio por un momento mientras los consejeros intercambiaban miradas significativas. Podría sentir la tensión en el aire, la dualidad de intereses que nos separaba en ese momento crucial.

-Amelia, te pedimos que consideres las implicaciones más allá de tus sentimientos personales. Como futura reina, tienes la responsabilidad de considerar el bienestar de la monarquía y del país en general -dijo finalmente uno de los consejeros, con una nota de preocupación en su voz.

Asentí lentamente, reconociendo la gravedad de sus palabras y la complejidad de la situación en la que me encontraba. Sabía que la decisión que tomara definiría no sólo mi propia vida, sino también el futuro de la monarquía que estaba destinada a liderar.

-Entiendo sus preocupaciones y las tendré en cuenta. Pero también necesito tiempo para reflexionar sobre lo que realmente creo que es correcto para mí y para Alexia -respondí finalmente, con una determinación renovada pero también con una sensación de pesar por el conflicto interno que enfrentaba.

Mientras continuaba navegando por las aguas turbulentas de la política y las expectativas reales, encontré fuerza en mi determinación de encontrar una solución que permitiera honrar tanto mi amor por Alexia como mi deber hacia mi país y mi posición.

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𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋 • Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora