𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟏

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𝐄𝐋 𝐒𝐀𝐂𝐑𝐈𝐅𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐀

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Alexia

Ver a Amelia luchar con su decisión de renunciar al trono fue una montaña rusa emocional para mí. Sabía cuánto significaba para ella su deber a su país y su familia. Aunque su decisión de renunciar al trono por nuestro amor me llenaba de alegría y esperanza, también comprendía la magnitud de su sacrificio.

Después de discutirlo durante horas, Amelia y yo nos encontramos en el jardín del palacio, bajo la luz suave de la luna. Ambas sabíamos que este momento sería crucial para el futuro que deseábamos construir juntas.

-Alexia, necesitamos hablar sobre esto -dijo Amelia con una mezcla de determinación y pesar en su voz, mientras caminábamos juntas por el sendero de piedra.

Asentí, sintiendo un nudo en la garganta al anticipar lo que vendría a continuación.

-Sé lo difícil que ha sido para ti tomar esta decisión, Amelia. Tu deber hacia tu país y tu familia es algo que nunca quise poner en peligro -respondí sinceramente, buscando sus ojos azules con los míos, tratando de transmitirle mi amor y apoyo.

Ella tomó mi mano con ternura, deteniéndonos bajo un viejo roble que había sido testigo de innumerables conversaciones y momentos compartidos entre nosotras.

-Alexia, no puedo evitar sentirme responsable de ponerte en esta posición. Renunciar al trono es algo que nunca pensé que haría, pero ahora veo que mi felicidad está contigo, sin importar las consecuencias -confesó, su voz temblando ligeramente mientras luchaba con sus emociones.

Respiré profundamente, tratando de mantener la calma mientras procesaba sus palabras y la profundidad de su sacrificio.

-Amelia, quiero que sepas que te amo con todo mi corazón. Nunca quise que te enfrentaras a esta decisión tan difícil. Si decides cumplir con tu deber, te apoyaré incondicionalmente, incluso si eso significa que tendremos que estar separadas -dije con voz firme pero llena de afecto.

Ella asintió lentamente, sus ojos buscando los míos en busca de entendimiento y consuelo.

-Te amo, Alexia. Eres mi fuerza y mi inspiración, y el pensamiento de perder tu amor es lo más doloroso que puedo imaginar. Pero sé que mi deber es algo que debo enfrentar con coraje y determinación -respondió, su voz resonando con una mezcla de dolor y resolución.

Nos abrazamos con ternura, compartiendo un momento de silenciosa comprensión y amor profundo. En ese instante, supe que debía dejarla ir, permitirle seguir su camino, con la confianza de que nuestra conexión sería lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo.

-Amelia, haz lo que sientas que es correcto. Estaré aquí, siempre, esperándote -dije con sinceridad, apretando su mano con un gesto de apoyo mutuo.

Ella me miró con gratitud y amor antes de inclinarse para besarme suavemente, sellando nuestras palabras con la promesa de un amor que no conocía límites ni fronteras.

Mientras Amelia luchaba con su deber y su amor por mí, yo tomé la difícil decisión de dejarla ir, confiando en que nuestra historia no había llegado a su fin, sino que apenas comenzaba a escribirse en los capítulos más profundos de nuestros corazones.

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▪ Alexia cree que dejarla ir es lo mejor para Amelia.

▪ Hasta el siguiente

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𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋 • Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora