𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐀𝐋 • Alexia Putellas

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟗

𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐁𝐄𝐋𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐀

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Alexia

Desde el momento en que Amelia y yo nos separamos, sentí como si un fuego ardiente se hubiera encendido dentro de mí. No podía aceptar que nuestro amor fuera considerado incorrecto, que fuera algo que debíamos ocultar o renunciar por completo.

Me encontraba en mi apartamento, rodeada de fotos nuestras, tratando de encontrar consuelo en los recuerdos. Pero cada vez que cerraba los ojos, veía su rostro; escuchaba su voz diciendo que tenía que terminar nuestra relación.

Tomé una decisión esa misma noche. Sabía que no podía quedarme de brazos cruzados mientras nuestra historia de amor era destrozada por las expectativas y el prejuicio. Decidí usar mi plataforma como capitana del FC Barcelona femenino para alzar la voz, para defender nuestro derecho de amar sin restricciones.

Al día siguiente, me dirigí al centro de entrenamiento con determinación renovada. Reuní a mis compañeras de equipo y al personal técnico en el vestuario, sabiendo que lo que tenía que decirles no sería fácil.

-Chicas, necesito hablar con todas ustedes -comencé, mi voz resonando con firmeza a pesar de la incertidumbre que sentía por dentro. -Como saben, recientemente se ha hecho público que tengo una relación con Amelia, la futura reina de España.

Hubo un murmullo de sorpresa y apoyo entre las jugadoras. Sabía que algunas de ellas ya lo sabían, pero enfrentar la situación de manera tan directa y pública era un paso audaz.

-Lo que quiero decir es que no voy a esconder quién soy ni a quién quiero. Amelia y yo nos queremos profundamente, y no vamos a dejar que las expectativas y el juicio de los demás nos separen -continué, sintiendo la fuerza de mis palabras crecer con cada segundo que pasaba.

Las miradas que recibí fueron variadas: algunas de apoyo incondicional, otras de sorpresa y algunas más de desconcierto. Pero sabía que tenía que seguir adelante.

-Voy a usar mi posición como capitana y mi influencia para abogar por el amor verdadero, sin importar el género o las expectativas sociales. Esta es una oportunidad para que el fútbol femenino sea un ejemplo de inclusión y respeto -declaré, sintiendo el peso de mis palabras.

Las siguientes semanas fueron un torbellino de emociones y desafíos. Cada revista, cada conferencia de prensa, se convirtió en una oportunidad para hablar sobre nuestra historia, para desafiar los estereotipos y las normas obsoletas que amenazaban con separarnos.

En las redes sociales, recibí tanto críticas como muestras de apoyo abrumadoras. Había quienes nos consideraban un símbolo de cambio y progreso, mientras que otros nos tachaban de irresponsables y egoístas. Pero cada comentario negativo solo reforzaba mi determinación de seguir adelante.

-¿Cómo puedes promover algo que va en contra de las tradiciones de nuestra sociedad? -me preguntó un periodista durante una conferencia de prensa, su tono lleno de desafío.

-Estoy promoviendo el amor, la autenticidad y la igualdad. No creo que el amor deba tener fronteras, ni ser dictado por las normas del pasado. Estamos en el siglo XXI, y es hora de que nuestras mentes y corazones evolucionen con los tiempos -respondí, mi voz firme a pesar de la tensión en la habitación.

Mis declaraciones fueron recibidas con aplausos y murmullos entre los presentes. Sabía que estaba desafiando no solo las expectativas de la sociedad, sino también a aquellos que consideraban que mi posición como capitana del FC Barcelona debía limitarse al campo de juego.

Pero lo que más me importaba era el impacto que mis palabras y acciones tendrían en Amelia. Esperaba que en algún lugar ella pudiera ver que no estaba dispuesta a renunciar a nuestro amor sin luchar.

Cada noche, después de un largo día de entrenamiento y entrevistas, me encontraba en mi apartamento, pensando en ella. Me preguntaba si estaría bien, si estaría lidiando con la presión y el dolor de la misma manera que yo.

«Amelia, si estás escuchando esto, quiero que sepas que no voy a rendirme. Estoy aquí luchando por nosotras, por lo que tenemos y lo que podríamos ser. No importa lo que digan, no importa cuánto tiempo pase, mi amor por ti sigue siendo tan fuerte como siempre», susurraba en las noches solitarias, como si mis palabras pudieran atravesar las barreras que nos separaban.

Mientras continuaba desafiando las expectativas y enfrentando las críticas, sabía que cada paso que daba me acercaba un poco más a ella, a la posibilidad de un futuro juntas, donde nuestro amor pudiera florecer libre de restricciones.

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▪ ¿Os esperabais esto de Alexia?

▪ Nuestra Alexia no se rendirá, y luchará cueste lo que cueste.

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▪ Último de hoy, que es raro que suba 3 capítulos en un día jajaja, pero me apetecía mucho

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