Capítulo 20. El lado oscuro de Henry.

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Dante regreso a su habitación con la mejor de las sensaciones, los labios de Emilia reposados en los suyos se sintieron como pequeños pedacitos de nube en su rostro

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Dante regreso a su habitación con la mejor de las sensaciones, los labios de Emilia reposados en los suyos se sintieron como pequeños pedacitos de nube en su rostro.

La mirada tierna de Emilia solo le incitaba a pecar de todas las formas posibles.

«Estoy enamorado, muy enamorado de Emilia...» Pensó Dante antes de cerrar sus ojos y dormir.

La ex reina Teresa no podía descansar, se sentía preocupada por su hijo, así que le ordeno a su fiel sirvienta; Camila, que vigilara a Henry en el castillo y cuando este se marchara le avisara.

Justo así hizo, Camila siguió con sigilo los pasos de Henry y cuando se marcho, fue corriendo hasta la segunda torre para contarle a Teresa.

—Eres muy fiel, Camila, no sé qué haría sin ti— le comenta Teresa.

—He trabajado durante muchos años para usted, la seguiré a donde me indique.

Teresa camino directamente hasta la habitación de Henry, rebuscando entre las gavetas, revisando papeles, documentos.

— ¿Qué buscamos exactamente, su majestad? — pregunto confundida Camila.

—Conozco a mi hijo más que a nadie, sé que su afán por la corona solo era un paso— mientras continuaba revisando cajas y cajas con papeles.

— ¿Solo un paso? — más confundida aun.

—Hay que ir a la oficina— a paso apresurado entro en la oficina, reviso en cada esquina, hasta encontrar un cajón con seguro.

Camila le sugirió buscar la llave o llamar al cerrajero, pero en cuestión de segundos Teresa dejo caer al suelo con fuerza la pequeña caja, haciendo que esta se desarme en varios pedazos y salga un sobre rojo sangre.

Teresa al verlo en el suelo tardo un par de segundos en recogerlo.

— ¿Se lo paso? — pregunto Camila.

—No, ya se lo que es. — Se agacho para ojearlo— son los contactos y combinaciones de nuestros equipos de ataque; bombas, coordenadas de ataques... Todo lo necesario para...

— ¿Una guerra? — dijo con miedo.

Teresa le ordena a Camila a organizar todo nuevamente como lo dejo, aun no tenía pruebas de que eso estuviera haciendo, el sobre aun esta sellado tal y como ella lo dejo.

Solo quería descartar la posibilidad de que Henry lo abriera.

— ¿No quiere llevarse el sobre? Digo, para estar más seguras.

—Eso no es necesario, le daré un voto de confianza a mi hijo, seguiremos vigilándolo. Te encargaras de avisarme cada que entre a esta oficina.

Henry Castian se había vuelto despiadado, calculador y más fiestero de lo normal, Teresa sospechaba muy en su interior que su hijo solo estaba a días de planear algo delicado, algo que pondría el peligro en el país o incluso el continente.

« ¿Por qué mi hijo se convertiría en un monstruo? ¿Será que siempre lo fue y yo nunca lo vi? ¿Será que fui yo quien creo ese monstruo?» Pensó Teresa mientras se iba a su habitación.

Atada al príncipe CRUEL. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora