"Consejos culinarios"

201 24 0
                                    

Capitulo 7

-

--

.
.
.

---

El sol apenas comenzaba a despuntar en el horizonte cuando Giyuu abrió los ojos. Estaba acostumbrado a despertar temprano, un hábito adquirido a lo largo de años de disciplina como Pilar. Sin embargo, esta mañana, sus pensamientos no estaban en entrenar o en una misión, sino en algo mucho más cotidiano: la comida.

Sanemi estaba bajo su cuidado, y aunque los últimos días habían transcurrido sin problemas, Giyuu sentía que podía hacer más. El niño necesitaba recuperar fuerzas, y una parte de eso implicaba asegurarse de que su alimentación fuera adecuada. Hasta ahora, había preparado comidas sencillas, pero estaba decidido a mejorar sus habilidades culinarias para el bien de Sanemi.

Después de vestirse, Giyuu caminó silenciosamente hasta la habitación de Sanemi. Abrió la puerta con cuidado y, como esperaba, el niño todavía dormía profundamente, acurrucado bajo las mantas. Asegurandose de no despertarlo, cerró la puerta con suavidad y se preparó para salir.

La Finca Mariposa no estaba lejos, y con su velocidad, Giyuu sabía que podría ir y volver antes de que Sanemi se despertara. No quería dejar al niño solo por mucho tiempo, pero tampoco quería perder la oportunidad de aprender algo nuevo que pudiera beneficiarlo.

El camino hacia la Finca Mariposa fue rápido y sin contratiempos. Al llegar, el lugar estaba ya en movimiento, con las ayudantes y aprendices de Shinobu comenzando sus tareas diarias. Giyuu caminó con paso firme hasta la casa principal, donde esperaba encontrar a Shinobu.

Como si lo hubiese sentido, Shinobu apareció en la entrada antes de que él pudiera llamarla. Su habitual sonrisa juguetona se asomó en sus labios al ver al Pilar del Agua, que rara vez visitaba su finca sin un propósito claro.

"Tomioka-san, ¿a qué debo el honor de tu visita tan temprano?" preguntó con un tono de voz que dejaba entrever su curiosidad.

Giyuu, sin rodeos, fue directo al grano. "Necesito algunos consejos culinarios."

La sorpresa en el rostro de Shinobu fue genuina por un breve momento, pero rápidamente se convirtió en una expresión de divertida incredulidad. "¿Tú, queriendo cocinar mejor? Esto sí es una novedad."

"Es para Shinasugawa," explicó Giyuu, con su habitual seriedad. "Quiero asegurarme de que esté bien alimentado."

Shinobu rio suavemente, casi musicalmente. La idea de Giyuu, el Pilar más estoico, preocupado por cocinar para un niño era encantadora en su mente. "Entiendo, entiendo. Pues, has venido al lugar correcto."

Lo llevó a la cocina de la finca, un lugar acogedor y ordenado, lleno de ingredientes frescos y utensilios bien cuidados. Mientras comenzaba a mostrarle algunas recetas sencillas pero nutritivas, Shinobu no pudo evitar lanzar pequeñas burlas amistosas.

"¿Quién lo hubiera imaginado, Tomioka-san? ¿Estás pensando en convertirte en el Pilar de la Cocina también?" comentó mientras le mostraba cómo cortar vegetales de manera eficiente.

Giyuu, como de costumbre, no respondió a las bromas, pero no podía negar que la situación era inusual para él. Sin embargo, su enfoque estaba en aprender, asimilando cada consejo que Shinobu le daba. Ella le mostró cómo preparar un caldo simple, cómo hacer que los vegetales retuvieran sus nutrientes, y cómo presentar la comida de manera que fuera atractiva para un niño.

Finalmente, Shinobu le entregó una pequeña lista de ingredientes y recetas que creía que serían útiles para él. "Aquí tienes, Tomioka-san. Estoy segura de que harás un buen trabajo. Y si necesitas más ayuda, no dudes en venir."

"Gracias," fue todo lo que Giyuu dijo antes de tomar la lista y los ingredientes que Shinobu había preparado para él. Se inclinó ligeramente en señal de agradecimiento antes de darse la vuelta para regresar a su propia finca.

El viaje de regreso fue tan rápido como la ida. Giyuu sentía una extraña pero satisfactoria sensación de logro. Había aprendido algo nuevo, algo que no solo beneficiaría a Sanemi, sino que también le permitía cumplir mejor su rol como protector en esta situación única.

Cuando llegó a la finca, el sol ya estaba un poco más alto en el cielo, y Giyuu se apresuró a entrar. Con suerte, Sanemi seguiría dormido. Se dirigió a la cocina, colocando los ingredientes sobre la mesa y organizando todo lo que necesitaba para preparar el desayuno.

El aroma de los vegetales frescos y el caldo llenó la cocina mientras Giyuu trabajaba con una eficiencia meticulosa. Pensó en lo que Shinobu había dicho y cómo, a pesar de su risa burlona, había mostrado una genuina disposición a ayudar. Él no era alguien que se preocuparía normalmente por la cocina, pero en este momento, todo lo que hacía era por el bien de Sanemi.

Finalmente había podido realizar la receta, a pesar de que está se le había dificultado, no se rindió hasta que quedó satisfecho con el resultado, con la comida lista, Giyuu sirvió un plato sencillo pero lleno de sabor y nutrientes. Con una pequeña sonrisa de satisfacción, dejó todo preparado y fue a buscar a Sanemi, listo para compartir una comida que, esperaba, le daría al niño la energía y el consuelo que tanto necesitaba.

---

.
.
.

---

Saludos...

"Cuidándote"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora