Capitulo 15
---
.
.
.---
La cena había transcurrido en un ambiente cálido y familiar, mucho más de lo que Giyuu habría esperado en su soledad habitual. Después de comer, con los platos vacíos frente a ellos, Giyuu se levantó de la mesa y miró a Genya, quien aún parecía ligeramente agotado tras su misión y la intensa reunión con su hermano.
"Genya," dijo Giyuu con su voz tranquila, "¿por qué no te quedas esta noche? Hay una habitación al lado de la de Sanemi. Te prepararé un futón para que puedas descansar bien."
Los ojos de Genya se iluminaron con un toque de alivio y agradecimiento. "Gracias, Tomioka-san. Realmente lo aprecio."
Giyuu asintió y desapareció por un momento para preparar la habitación para su invitado. Cuando regresó, le entregó un futón y le mostró dónde podía descansar. Genya, aún lleno de emociones tras el reencuentro con su hermano, se despidió de ambos y se dirigió a su cuarto, mientras Sanemi, ahora más relajado, regresaba a su propia habitación.
Giyuu, sin embargo, no encontró el mismo alivio en la tranquilidad de la noche. Después de asegurarse de que todos estuvieran cómodos, se dirigió a su habitación, pero el sueño no llegaba. A pesar de su exterior siempre sereno, por dentro su mente estaba agitada. Sabía que con el regreso de Genya, lo más probable era que Sanemi pronto se iría a vivir con su hermano devuelta a su propia finca. Ese pensamiento le dejaba un sabor agridulce.
Había pasado dias cuidando de Sanemi, acostumbrándose a su presencia. Verlo dormir, preocuparse por sus pequeñas necesidades diarias, y, aunque Sanemi apenas hablaba, Giyuu sentía que había algo especial en los momentos compartidos en silencio. Pero ahora, con Genya de vuelta, esa rutina seguramente llegaría a su fin. Sanemi regresaría a su finca, cuidado por alguien de su sangre, y Giyuu volvería a estar solo.
Suspiró en la oscuridad, dándose cuenta de que se sentía... vacío.
Esa soledad que antes le había parecido tan cómoda y disfrutaba, ahora le pesaba mas que nunca. Con esos pensamientos aún rondando en su mente, el Pilar del Agua no pudo conciliar el sueño, y antes de que el primer rayo de luz del amanecer apareciera, ya estaba de pie.
Se levantó en silencio, caminando descalzo sobre los suelos de madera mientras el frío de la madrugada se sentía levemente en el aire. Decidió comenzar el día preparando el desayuno con calma. Caminó hasta la cocina y, con movimientos precisos y calmados, comenzó a hervir agua para el té de hierbas. Su plan inicial era hacer algo simple, un poco de arroz y quizás algunas verduras al vapor, pero entonces pensó en Sanemi, en su expresión tranquila cuando comía los ohagis.
Giyuu sonrió para sí mismo, con esa leve curvatura en los labios que apenas era perceptible. Decidió que también prepararía algunos para el desayuno. Le gustaba ver a Sanemi disfrutar de esos dulces, y quizás sería su última oportunidad de prepararlos para él.
Mientras comenzaba a medir el arroz, escuchó pasos ligeros detrás de él. Al darse la vuelta, vio a Genya entrando en la cocina, frotándose los ojos aún somnolientos.
"Buenos días," dijo Giyuu con su voz baja y serena.
Genya bostezó y luego le dirigió una mirada amable. "Buenos días. ¿Necesitas ayuda con el desayuno?"
Giyuu asintió. "Sí, por favor. Podrías encargarte del arroz mientras yo termino los ohagis."
Genya se acercó a la cocina y comenzó a trabajar en silencio, siguiendo las instrucciones de Giyuu con diligencia. Aunque ambos no eran muy habladores, el ambiente en la cocina era cómodo. Genya hacía preguntas ocasionales sobre los pasos que debía seguir, y Giyuu respondía con calma, guiándolo.
ESTÁS LEYENDO
"Cuidándote"
Fanfiction•Sanemi es afectado por la técnica de sangre de un demonio. •Tomioka papá luchón. •Sanemi chiquito. •Sentimientos extraños.