Capitulo 22.

51 6 3
                                    

AVISO, TE RECOMIENDO QUE ESTE CAPITULO LO LEEAS EN LA COMODIDAD DE TU CASA, SOLA O SOLO ;) NO OLVIDEN DEJAR SUS COMENTARIOS.

Anylen

A medio camino había algunos carros parados a orilla de carretera, no muy lejos un par de patrullas. Respiré hondo deseando no hubiera un accidente.

Un policía con impermeable se inclinó del lado de mi ventana.

—Lo siento no hay paso, se cayó un árbol y la carretera está cerrada en ambos sentidos —Nos miró a ambos. Por lo menos Thiago tenía abotonada la camisa—. Ya sea que se quieran esperar unas cuatro horas o regresar.

Subí mi cristal mirando a Thiago, nuestros cuerpos temblaban, estar en carretera con la tormenta no era buena idea.

—Pasamos unas cabañas —Sus dientes se apretaron—. Están a cinco o seis kilómetros, si quieres podemos pasar la noche ahí.

Al escuchar "cabañas" un escalofrió recorrió mi sangre, no me gustaba la idea de que tratara de algún campamento.

El quedarnos en medio de la carretera no era buena idea. En su rostro se veía sufrimiento estancado de su alma. Parecía que tenía una lucha interna para no demostrar el dolor que sentía.

Borré mi pasado y metí el aire a mis pulmones.

—Tú me indicas donde porque no vi —Di la vuelta.

El aire salió de mis pulmones al darme cuenta qué eran cabañas de paso para viajeros.

Empecé a temblar, mi vestido seguía mojado, piel se estaba congelando, me senté en la orilla de la cama, Thiago se puso junto a mí.

—Debemos quitarnos la ropa —Su voz se escuchaba temblorosa—. Y darnos un baño, me dijeron que hay agua caliente, tengo ropa en el carro iré por ella —Se puso de pie, un rayo cimbró la ventana provocando que volviera a sentarse.

A través de sus ojos podía ver dolor, apretando los labios intentando ocultarlo.

—Iré yo —Me tomó de la mano.

—No... no me dejes solo por favor —Sus ojos cristalinos me suplicaron—. Ve al baño, quítate el vestido y toma una ducha, mientras me quitó la ropa mojada y espero a que salgas para poder ducharme.

—¿Estarás bien? —Pasé mi mano sobre su cabello.

—Lo estaré —Agarró sus airpods.

La ducha caliente caía sobre todo mi cuerpo, el vapor invadió todo el baño. Cerré los ojos pensando en lo que pasó, toqué mis labios aun sintiendo el calor de Thiago. Nos besamos y fue el mejor beso de mi vida, mejor que los anteriores. Me preguntaba si cada vez rebasarían un límite.

—Any —Escuché la voz de Thiago del otro lado de la puerta—. Pasaré para darte tu manta y te puedas cubrir, no te pongas la ropa mojada.

—Está bien —Escuché como la puerta se abrió y se cerró de inmediato.

La manta que me dejó Thiago era grande, cubría perfectamente todo mi cuerpo hasta mis senos, no me puse brasier con el vestido, así que de esa parte no tenía prenda.
Thiago seguía sentado en la orilla de la cama, mirando al piso. Una toalla rodeaba su cadera dejando su torso descubierto.

— Listo — No me escuchó porque tenía los Airpods, me acerqué a él, miró mis pies subiendo con lentitud hasta mi rostro, se quitó los audífonos—. Tu turno.

Sonrió ligeramente, sus labios tocaron mi frente y se metió.

La cabaña tenía una pequeña bocina que conecté a mi celular para poder escuchar música y Thiago no se preocupara por la tormenta.
Fuimos amigos todo este tiempo y no me di cuenta de este problema. No lo culpo por no decirme.

Todas las flores tienen espinas. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora