Muñeco encontrado (5ª temporada MUÑECO)

19

Tom.

Sin comerlo ni beberlo ahí estábamos, madre e hijos en la misma habitación. En completo silencio, mirándonos con la boca abierta, sin reaccionar. Nuestra "madre" tambaleó mareada sobre si misma, centrando de golpe toda su atención en mí.

- ¿Por qué? No, no, no, no. -Más que con nosotros parecía que hablaba para si misma, sentándose sobre la cama, agarrándose de la frente, respirando entrecortadamente. 

Era justamente la Simone que recordaba, la del ataque de ansiedad, la que me repudiaba, la que no me reconocía como hijo suyo. 

- Vamos chicos, que tenemos que estar en el local en media hora. -Una voz masculina empezó a sonar por el pasillo, y antes de que ninguno de nosotros pudiera decir nada... Entró Gordon con una niña pequeña en brazos. - ¿Tom? -Preguntó también, reconociéndome al instante. 

- ¿Tom? -Repitió la niña pataleando un poco para que su padre la soltara en el suelo, y venir directamente a mí. No tendría más de cinco años, y tenía la misma cara que Bill, la misma cara que yo. 

- Hola, Helem. -Acabé finalmente soltando la mano de Bill, y poniéndome en cuclillas para estar a la altura de la niña, en ese preciso momento, Simone salió del trance en el que llevaba varios minutos.

- ¡NI SE TE OCURRA ACERCARTE A MI HIJA! -Gritó agarrando con fuerza a la pequeña, alejándola de mi. - ¿SE PUEDE SABER EN QUÉ ESTÁS PENSANDO, BILL? DIME POR FAVOR QUE EL ESTADO EN EL QUE ESTÁ DEREK NO TIENE NADA QUE VER CON ÉL. -Me apuntaba con el dedo, fulminándome con la mirada, mientras intentaba taparle los oídos a la niña pequeña con la mano que le quedaba libre.

- Sí, he sido yo. -Dije tranquilamente, volviéndome a poner en pie. 

- Maldito el momento en el que decidí que volvieras a nuestras vidas.

Cuando es tu propia madre la que pronuncias esas palabras... deberías sentirte herido, ¿no?

El problema era que la señora que tenía delante... No era mi madre. No era nadie.

- Simone no digas eso delante de Helem. -Por fin Bill dijo algo, no era exactamente defendiéndome, pero algo era. 

Y como si tuviera miedo de él, salió de la habitación con la niña. Dedicándole una ultima mirada a Gordon, que estaba estático en una esquina de la habitación, observandolo todo.

- Gordon... -Mi hermano parecía que iba a empezar otra vez con las estúpidas excusas que no servirían de nada. Él, yo y todo el mundo sabíamos la verdad. Sabíamos lo que nosotros dos éramos. 

- Bill, ahora no hay tiempo, vístete, te esperamos allí.

¿Allí? ¿Dónde?

Bill.

La cosa había ido... Mal. Tal y como esperaba, tal y como imaginaba. Era imposible que fuera bien, la mínima esperanza que tenía con Georg y Gustav salió estrepitosamente horrible, así que con Simone... No había opciones.

El peor momento posible, en el peor día posible.

Justo después de tener una pelea, justo el día del ensayo de la boda. 

A los pocos minutos de seguir tanto Tom como yo en esa habitación, sin hablar ni movernos, pude escuchar la puerta principal cerrándose de un portazo. Silencio absoluto, habíamos vuelto a quedarnos solos.