Muñeco encontrado (5ª temporada MUÑECO)

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Bill.

Algo había cambiado.

Tom se había rendido, sus ojos tristes ya no me buscaban, sus palabras no se cruzaban con las mías y evitaba estar a solas conmigo.

Pero no solo él había cambiado.

Los Encadenados también. Ahora miraban mal a Derek, y hacían lo imposible por sacarlo de en medio en cada situación. Solo habían pasado un par de días desde que habíamos vuelto de aquel viaje tan... tan interesante. Y Ricky, que siempre había adorado a Derek... empezó a tratarlo con indiferencia, incluso a veces mal. Y el resto le seguía el juego, todos menos Tom.

Tom había amenazado con irse un par de veces, y todas ellas habían acabado con peleas por parte de sus amigos; que acababan arrastrándolo de nuevo hacia el apartamento, incluso habían llegado a robarle las llaves de su coche.

Habíamos llegado al punto en el que incluso Andy y Ricky empezaban a mirarme mal cada vez que me acercaba a Derek, fingiendo caídas y tropiezos para alejarme de él. ¿Qué estaba pasando? Ellos nunca habían sido así con Derek...

- Oye, Ricky, ven un momento. -En el último intento de mandar a Derek a cuatro metros de distancia de mí ya no pude callarme más, y me llevé a mi amiga al dormitorio.

- ¿Qué pasa, muñeco? Se me va a calentar la cerveza... -Estaba borde conmigo.

- ¿Qué os pasa con Derek? ¿Y conmigo? Lleváis días siendo insoportables, antes del viaje no erais así... Siempre os ha encantado Derek, no sé qué os habrá dicho Tom pero...

- No, Bill. No metas en esto a Tom. -Ricky estaba incomoda, sin mirarme a los ojos, queriendo volver todo el rato con los demás.

- Pero tiene que haber pasado algo, no entiendo nada de lo que está pasando, me caso en tres días y parece que no queréis ni estar aquí.

- ¿Y tú quieres estar aquí? -Por fin me miró, directamente, algo triste.

- ¿Qué? ¿De qué estás hablando?

- Sabes perfectamente de lo que estoy hablando. -Se acercó a mí, y sus dedos fríos se posaron sobre las marcas que aun quedaban en mi cuello. Lo sabía, lo sabía, ella lo sabía.

- Ricky esto... -Los nervios me podían, una vez más.

- ¿No es nada? No te creo, no te creo porque te conozco, todos te conocemos... Bill por favor, deja de mentirte, deja de jugar. -Su tono ahora era serio, intimidante.

- En serio, no es lo que parece. Yo quiero a Derek. -Intenté sonar calmado, pero la voz me temblaba.

- Y a Tom también. -No era una pregunta, lo estaba afirmando.

Y yo no contesté, ¿qué se suponía que tenía que contestar a eso? Daba igual lo que dijera, Ricky lo iba a llevar a su lado, le iba a dar la vuelta. Ella había elegido bando, y no era Derek. Y tampoco me extrañaba.

- Pensé que estabais contentos con esto, lo habéis estado siempre. Y ahora de golpe...

- No te confundas, Bill. Siempre, siempre hemos querido que seas feliz, pero esto que estás haciendo... ¿Estás jugando con los dos a la vez? Te apoyamos con lo de Derek porque parecía que era lo que querías, y mira que miles de veces nos hemos sentido como si estuviéramos traicionando a nuestro mejor amigo... Aún así callamos como putas y nos alegrábamos por ti. Pero ahora, ¿qué es todo esto? ¿Qué estás haciendo?

- Nunca imaginé que tú estarías echándome la bronca...

- Yo tampoco imaginé que acabarías siendo peor que Tom.